El Institut Valencià de Cultura (IVC) presenta en el Teatre Principal de València, los días 5. 6 y 7 de marzo la obra de Lope de Vega 'El castigo sin venganza', una producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), dirigida por Helena Pimenta y protagonizada por Joaquín Notario, Beatriz Argüello y David Boceta.
En la presentación de la obra, tanto el director adjunto de Artes Escénicas del IVC, Roberto García, como la directora, Helena Pimenta, recordaron la magnífica colaboración entre la CNTC y el IVC en la producción 'Tirant'.
Coproducida por las dos entidades y dirigida por Eva Zapico, fue representada en València y Madrid y repuesta esta temporada en el Teatre Rialto. Además, 'Tirant' continúa su gira y la semana que viene llegará a Palma de Mallorca y, en verano, al Festival de Almagro.
'El castigo sin venganza' es una de las obras maestras de la literatura dramática universal. Esta crepuscular tragedia de honor oculta una profunda reflexión sobre el poder, la justicia, la responsabilidad, el amor y el deseo. Atrapados en la telaraña de un palacio de murmullos, espejos y secretos, los personajes se enfrentan a su conciencia con una intensidad desconocida.
Así, la CNTC acaba en València la gira de 'El castigo sin venganza', una larga gira de casi dos años y un total de 140 representaciones.
La obra
Lope escribió esta obra cuando tenía 69 años, una obra que ha merecido, a lo largo de los siglos, la admiración y la sorpresa de lectores y espectadores.
Los personajes de esta obra se atreven a mirar a su conciencia con una intensidad desconocida. La belleza de los versos se une con la aspereza de los conflictos y con el delicado ritmo cinematográfico con el que las escenas se entrelazan.
Ambientada en el contexto político de las ciudades-estado italianas del final del Quatroccento, la obra narra la relación amorosa del conde Federico con Cassandra, la joven esposa de su padre, el duque de Ferrara y la respuesta de este cuando descubre el adulterio.
El tema principal de la pieza es el honor, que se manifiesta en el castigo que el duque impone a los amantes, que esconde la causa real, su deshonor, bajo una falsa causa política.
