Junto a su reconocida faceta política (ha sido president de Les Corts, conseller de Presidencia y conseller de Cultura y Educación) Font de Mora jamás ha renunciado a su pasión literaria, ni a su vertiente de artista plástico. Si la política es un arte, Alejandro Font de Mora también ha buscado expresarse más allá del escenario de la gestión y el cargo. Médico y profesor universitario el tiempo no parece haberle arrebatado ni un solo segundo para escribir. Compaginando actividades, entre sus obras se encuentran títulos como ‘De la parábola’, ‘Memorial del otoño’ o ‘Écfrasis’ y ahora, con pausas más extensas para recuperar poemas y abordar nuevos textos, Font de Mora irrumpe a los anaqueles de las librerías con tres poemarios seguidos: ‘Baile de máscaras’/’El círculo sin centro’, ‘Teselario’ y 30 tangos y canciones y un homenaje a Borges’, todos ellos editados por Olé Libros dentro de su colección Imaginal. Ante tal aventura poética-literaria era necesario hablar con su autor y descubrir las motivaciones de lanzar tres obras tan diversas, en planteamientos, como entrelazadas en presentación social.
Hortanoticias: ¿A qué se debe sacar tres poemarios a la vez y con almas tan distintas?
Alejandro Font de Mora: En realidad, son cuatro, ya que dos de ellos, ‘Baile de máscaras’ y ‘El círculo sin centro’, se presentan en un mismo volumen. Los publico los cuatro a la vez porque dos de ellos llevan demasiado tiempo esperando y los otros dos son mi más reciente producción, y prefiero un solo parto a cuatro sucesivos.
H.: ¿Sería preciso decir que cada poemario está dedicado a los siguientes temas: ‘Tesalario’ a la literatura; ‘30 Tangos…’ a una forma de ver la vida; y ‘Baile de máscaras’ a la política y ‘El círculo sin centro’ hace referencia a la soledad?
A.F.M.: ‘El círculo sin centro’ es una reflexión poética sobre el desarraigo, más que a la soledad, y su superación por el amor. ‘Teselario’ es una miscelánea que recoge poemas escritos a lo largo de más de treinta años y, por tanto, toca temas muy variados. Si acaso podría decirse que es un empeño en persistir en la escritura poética en ambientes no siempre propicios. ‘Baile de máscaras’ es una poetización de algunas de mis experiencias y sensaciones vividas en mi trayectoria pública pero que serían extrapolables a otros ámbitos de la vida porque todos caminamos por la vida enmascarados de nosotros mismos ¿no? Por último, ‘30 tangos y canciones y un homenaje a Borges’ quiere ser exactamente lo que su título manifiesta y responde a mi reciente interés por esa manifestación cultural argentina declarada patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad y asimismo a mi predilección por Borges.
H.: ¿Son, quizá, los tres apartados que más le han interesado en la vida? ¿A cuál le ha dedicado menos tiempo?
A.F.M.: Mi vida ha tenido muchas facetas muy distintas y distantes. Viviendo como estoy, en la octava década, de ella a veces me produce un cierto vértigo tanto zigzagueo. Pero ya decía Demócrito que todo en la vida es fruto del azar y de la necesidad. Y, bueno, ambas cosas han determinado que yo fuese sucesivamente médico clínico, profesor universitario de Medicina Interna, médico forense, académico de Medicina, Jefe de Servicio, Director de Instituto Anatómico, Diputado en Corts Valencianes y presidente de las mismas, conseller de la Generalitat de varias cosas, poeta con diez poemarios publicados, si contamos los cuatro de ahora, y pintor con trece exposiciones individuales realizadas a lo largo de los últimos veinticinco años aproximadamente. Y otras cosas que no me acuerdo o que harían excesiva esta respuesta. Algunos dicen que esto es ser un humanista. La verdad es que, a mí, a veces, me parece un lío.
H.: ¿Qué consideración tiene de Borges?
A.F.M.: Borges es un maestro de la prosa. La suya es tan original y perfecta que ha conseguido ser considerado un maestro absoluto sin haber escrito una obra larga. Es un genio del relato breve, del cuento, y encima un poeta destacable, fundamental en el contexto de la poesía actual y paradigma de lo que podríamos denominar “poesía del pensamiento”
H.: ¿Qué le ha hecho interesarse en el tango?
A.F.M.: ¿Pues no dicen que los pensionistas tenemos que bailar?... En serio; lo digo en la introducción de ‘Treinta tangos…’. Mi interés viene de la consideración de muchas de sus letras como piezas poéticas notables, de ahí salté a la música y al canto y de ahí al baile, que es ciertamente complejo.
H.: ¿Cómo ha vivido el ‘Baile de máscaras’ de la política?
A.F.M.: Yo llegué a la política con espíritu de servicio, para mejorar las cosas si podía, y algunas cosas pude. Me parece haber dado de mí bastante a ese mundo, donde, efectivamente, se representa un papel, se ‘actúa’, y de ahí las máscaras, como en el teatro griego. Por cierto, la máscara que más me tocó utilizar fue la de la paciencia.
H.: ¿Cuál es la literatura que más le ha interesado?
A.F.M.: Sinceramente, toda.
H.: ¿Le ha quedado tiempo para vivir?
A.F.M.: ¿Y que es vivir sino lo que he hecho? A veces mi mujer me dice que hemos vivido muchas vidas en una. Puede ser pero…, lo que ahora me interesa es explorar si me queda alguna otra por vivir…, ¿cantante de tango tal vez?
