La Cabalgata de los Reyes Magos llenó las calles de Valencia -unas 60.000 personas según la Policía Local- de ilusiones, color, música y, sobre todo, ganas de recibir a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Sobre las 17:30 horas arrancaban desde la Alameda las mil y una escenas a rodar, que este año fundamentaban su mensaje en el fomento de la lectura a través de los cuentos tradicionales y las escenas bíblicas, además de la ya tradicional participación de los equipos de fútbol de la ciudad, el Valencia CF y el Levante UD.
Bajo el lema 'Un niño que lee será un adulto que piensa', personajes como la Bella y la Bestia, Aladino, Harry Potter, Blancanieves, la Bella Durmiente, Cenicienta o la Sirenita, además de los superhéroes más conocidos por los niños se abrían paso por la avenida Navarro Reverter, la Porta de la Mar, rodeaban la Glorieta por General Palanca y General Tovar, para entrar en una calle de la Paz abarrotada hasta la plaza de la Reina, que dejaban a su espalda para entrar en la calle de San Vicente hasta la plaza del Ayuntamiento.
Tras ellos, la cabalgata recogía diversas escenas de la Biblia como la Anunciación, el nacimiento de Jesús en Belén, la adoración de los pastores, la matanza de los inocentes por Herodes y la llegada de los Reyes Magos con oro, incienso y mirra.
Una de las novedades venía de la mano de la caballería de la Policía Nacional, que participaba con motivo de su bicentenario, así como la vuelta de carrozas patrocinadas por empresas privadas, la presencia de un autobús del Circuito Ricardo Tormo por su 25 aniversario y una carroza dedicada a Valencia Capital Verde Europea 2024. Y, claro está, Melchor, Gaspar y Baltasar, que provocaron el aplauso y la emoción de niños y niñas, los auténticos protagonistas.
Las falleras mayores de Valencia y sus respectivas Cortes de Honor recibían a los pies de la fachada principal del Ayuntamiento a sus Majestades, acompañadas por la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, así como por el presidente de la Junta Central Fallera, Santiago Ballester, y la concejal de Fiestas, Mónica Gil, y otras autoridades.
En otra de las novedades de este año, los tres magos de oriente recreaban la escena bíblica de la Adoración ante el belén instalado en la plaza para, a continuación, subir al balcón municipal y dedicar unas palabras al público congregado. Posteriormente pasaban al Salón de Cristal, donde recibían a los niños y niñas que hicieron cola en la calle para entrar a saludarlos. Sus Majestades les regalaban simpáticos animales de peluche.
En definitiva, una tarde repleta de magia e ilusión especialmente dedicada a los protagonistas de esta festividad, niñas y niños, que esta noche han dormido esperando despertar por la mañana y descubrir sus regalos.
