La marcha discurrió sin ningún incidente custodiada en todo momento por las fuerzas de seguridad del Estado (Policía Local y Policía Nacional). Ataviados con pancartas y pitos, los manifestantes se trasladaron desde la plaza de la Ermita hasta la plaza Santa Magdalena Sofía, a las puertas del colegio del Sagrado Corazón, lanzando cánticos como “Això no es justícia, es avarícia”, “No volem pagar”, “No a un parc, contra el poble” y “Serà legal però es inmoral”, entre otros.
“Son Cerca de 26.000 metros cuadrados declarados zona verde pública en el Plan General de Ordenación urbana de 1990 y valorados en 30 millones de pesetas (180.000 euros) en aquel momento, y que la congregación del Sagrado Corazón de Jesús instó a su expropiación en plena burbuja inmobiliaria multiplicando su valor 30 veces. El pueblo de Godella no ha disfrutado en ningún momento de ese parque y no lo quiere, y sobre todo, no lo queremos a costa de la ruina de nuestro pueblo”, explicó Pep Albert, uno de los portavoces de la Asamblea.
Al finalizar la marcha, se leyó un manifiesto en el que la asamblea expuso sus razones para oponerse a la sentencia y abogó por la fuerza de la presión social y ciudadana. La tranquilidad de la manifestación sólo se vio interrumpida levemente cuando un miembro de la Policía Nacional requirió la identificación a uno de los manifestantes lo que alzó la indignación del grupo más próximo.
