Actualmente el consumo de drogas es uno de los principales problemas de salud pública en España. Aproximadamente un 10% de la población es adicta. Esto quiere decir que 10 de cada 100 personas desarrollan la enfermedad de la adicción –enfermedad mental crónica y progresiva, con origen en una disfunción neuronal- independientemente de la cantidad o la sustancia que consuman.
El tratamiento más eficiente para dejar la adicción a las drogas es el basado en un enfoque cognitivo conductual. Este tipo de tratamiento pretende modificar el pensamiento erróneo y las conductas desadaptadas o contraproducentes, haciendo hincapié en los procesos de aprendizaje. Se trabaja mediante terapias individuales y de grupo, la característica más relevante de las cuales, es la identificación entre iguales que facilita la comprensión de la adicción como enfermedad.
La terapia de rehabilitación cognitiva (TRC) es un sistema de entrenamiento de actividades didácticas, experienciales, procedimentales y psicosociales, desarrolladas para restaurar la adaptación cognitivamente afectada incluyendo déficits en participación, autoconciencia y autodeterminación. La TRC se enmarca como estrategia terapéutica en la nueva generación de terapias comportamentales, así, el objetivo es la modificación de los mecanismos neuropsicológicos que producen los síntomas de consumo de drogas.
Un modelo de aplicación de la TRC para la práctica con adictos es el Neuropsychological Educational Approach to Cognitive Remediation (NEAR). El núcleo principal del modelo es la importancia de los procesos de aprendizaje optimizado. Sus objetivos son: proporcionar una experiencia de aprendizaje positiva para todos los pacientes; promover el aprendizaje de habilidades que favorezcan la autonomía; fomentar una actitud positiva hacia el aprendizaje; mejorar las funciones neuropsicológicas alteradas que pueden obstaculizar la consecución de logros; promocionar un sentido de competencia y confianza sobre la propia capacidad para adquirir las habilidades; crear un conocimiento sobre los elementos contextuales que pueden afectar al funcionamiento cognitivo; y fomentar un funcionamiento cognitivo óptimo en distintos contextos sociales.
La intervención terapéutica ocupacional es otro modelo de terapia centrado en favorecer la plasticidad neuronal necesaria para recuperar hábitos saludables y trasladarlos a todos los ámbitos de la vida diaria; trabajar las condiciones psicológicas sobre las capacidades de mejorar la calidad de vida; y proveer de estímulos ambientales enriquecedores al paciente y sus referentes.
La terapia ocupacional es de indudable interés ya que es una disciplina que optimiza el funcionamiento de las personas en las actividades de la vida diaria, en contextos reales de acuerdo con la realidad de cada paciente.
Considerando que la adicción es una enfermedad que provoca la alteración del funcionamiento cerebral, el tratamiento se puede beneficiar del conocimiento conjunto de varias disciplinas en el ámbito del daño cerebral. De hecho, el tratamiento de adicciones se encuentra inmerso en un cambio de paradigma. En un primer momento dominó la concepción de la adicción y dependencia de sustancias como conducta desadaptativa, y posteriormente se sustituyó por un paradigma psiquiátrico; actualmente se presenta la adicción como una enfermedad neurocognitiva.
En definitiva, los abordajes actuales que se utilizan para el tratamiento de la adicción son: educación sobre la sustancia y aceptación de la enfermedad, administración de fármacos para la desintoxicación de la droga, terapia de grupo y terapia individual desde un enfoque cognitivo conductual.
