Más de 200 personas se han dado cita este sábado en la Granja Júlia de Paterna para mostrar su apoyo a la nueva Coordinadora per la Protecció de Les Moles. La nueva coordinadora, según ha explicado José Ordóñez, uno de sus portavoces, “no viene de la nada. Han sido muchos años de confluencia de diferentes sensibilidades sociales y políticas que primero dieron paso a la Plataforma “La Mola és Nostra i la Volem Verda” en 2015 y que, ahora, en aras de ampliar esa base social, ha dado paso a la nueva Coordinadora”.
Por su parte, otro de los portavoces de la recién creada plataforma ha destacado el modelo de sociedad que defiende la Coordinadora: un modelo que respeta el medio ambiente y que huye del consumismo exacerbado que está poniendo en verdadero peligro al planeta.
También ha defendido el comercio de proximidad frente a las grandes superficies que sólo consiguen provocar más paro y precarización del trabajo: “Si juntamos todos los comercios de la Calle Mayor de Paterna nos encontraremos con que la suma de los metros cuadrados de sus locales no llega ni a la tercera parte de los que ocupa cualquier centro comercial y, sin embargo, genera el doble de puestos de trabajo. Con unos índices de precarización muy por debajo de lo que nos encontramos en las grandes superficies”.
A la hora de explicar los objetivos de la Coordinadora, otra de sus portavoces ha resaltado los usos que, en estos momentos, ya se dan en Les Moles: Ciclismo, senderismo, paseo de perros, running, etc. Y que la propuesta de la coordinadora es conseguir un grado de protección del paraje que lo “salvaguarde del ladrillo” pero que permita que la población de la comarca pueda continuar utilizándolo como hasta ahora para desarrollar actividades al aire libre. Un tipo de ocio, gratuito y que respeta y potencia el medio ambiente.
La portavoz ha destacado los diferentes puntos de interés del paraje: el Barranc de l’Endolça, con su vegetación típica de ribera, las construcciones de piedra en seco como refugios de pastor, muros, etc. Las cuevas vivienda, las trincheras y nidos de ametralladoras de la Guerra Civil, los restos de muelas de molino dispersas por el paraje (que le dan el nombre), los cultivos de secano, las pinadas, y la parte más elevada desde donde se puede ver el mar, la sierra Calderona, la sierra de Corbera y toda l’Horta. “Todo un patrimonio que hay que cuidar, proteger y potenciar”, ha manifestado la portavoz.
El acto, que empezó a las 12 horas concluyó con la lectura del manifiesto firmado por más de 30 organizaciones y al que se están adhiriendo personalidades del mundo de las artes, la cultura y la defensa del medio ambiente.
