El proceso de selección de los mismos se ha focalizado en el objetivo de garantizar la seguridad ciudadana y de los propios agentes.
Además, con el objetivo de que esta acción repercuta en el pueblo de Aldaia en todos los sentidos, la adquisición de ambos vehículos se ha realizado en un concesionario, Renault Ferrauto Aldaia, que forma parte de la Asociación de Comerciantes de Aldaia (ACODA), fomentando de este modo, el comercio local.
El primero de ellos es un Dacia Duster, un vehículo todoterreno que, por su distancia con respecto al suelo y su tracción a las cuatro ruedas, cumple perfectamente su cometido en la zona de huerta y, además, será esencial en la época de lluvias, por lo tanto constituye un vehículo esencia a la hora de hacer frente a las avenidas de agua que con cierta frecuencia se registran en Aldaia.
El otro vehículo es un Renault Scenic, el cual ha sido equipado con el kit de detenidos en la parte trasera que ofrece protección y seguridad tanto a los agentes como al propio detenido durante su traslado. Así consta de una mampara de seguridad totalmente aprobada por Delegación de Gobierno, y con asientos preparadas para que no se produzcan desperfectos en el interior del vehículo cuando los detenidos opongan resistencia a la autoridad o se vean afectados por algún tipo de sustancia que les impida tener control de sus funciones vitales.
Con ambos vehículos, la Policía Local de Aldaia podrá garantizar la seguridad de los vecinos y vecinas del municipio de una manera más efectiva.
La alcaldesa de Aldaia, Carmen Jávega, acudió junto con el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Ibáñez, y el edil de Comercio, Eduardo Serra, a recibir las llaves de ambos vehículos policiales.
Fotos y fotos y fotos… y el cumplimiento de vuestro programa electoral, ¿para cuando?.
La próxima foto: cuando le pongan gasolina la 1ª vez, la siguiente cuando compren una escoba, le seguirá … y trabajar por el pueblo, ¿cuando trabajáis?, ¿tenéis alguna responsabilidad más qué arreglaros para salir guapos/as en las fotos?.
De risa, si no fuera para echarse a llorar.