Esquerra Unida obtuvo el respaldo del resto de fuerzas políticas para aprobar en el pleno de Burjassot dos mociones. La primera de ellas plantea la elaboración consensuada de un plan que descentralice la oferta cultural del municipio. Un plan en el que sean los propios vecinos y vecinas del pueblo los que propongan y decidan mediante referéndums las actividades culturales a realizar en los barrios.
El plan inicial, abierto a propuestas de mejora, plantea que estas actividades se concentren en cuatro fechas del año para atraer visitantes y dinamizar el comercio de los barrios periféricos. “Tomar los cambios de estación como referencia, evitando que las actividades coincidan con otras festividades, podría ser una buena opción, pero eso lo deben decidir los vecinos y vecinas de Burjassot”, explica José Camarillas, portavoz de la formación. La moción, que también plantea que los presupuestos de 2018 recojan una partida para este plan, aclara que las actividades deberán ceñirse al presupuesto aportado por el Ayuntamiento y a las cláusulas éticas que ha aprobado el Consistorio en los últimos años (protección animal, tolerancia, igualdad…).
La segunda moción denuncia las restricciones en el servicio de traumatología en Burjassot y pide a la Conselleria de Sanitat que revise los protocolos y la gestión del servicio emplazado en el Centro de Especialidades de Burjassot, adscrito al Hospital Arnau de Vilanova.
“Tenemos constancia de varios casos en los que un paciente, que ha sido remitido al especialista desde atención primaria, es rechazado sin una valoración presencial, contradiciendo el criterio del médico de cabecera y sin ninguna justificación”, señala el edil comunista.
Además, la coalición de izquierdas transmitió directamente los ruegos y preguntas que vecinos del municipio le habían hecho llegar a través de las redes sociales, tal y como se ha propuesto hacer en todos los plenos.
Ruegos como la necesidad de instalar redes Wifi para los comerciantes del mercado; la reposición de una farola en el barrio de Canterería; mayor control de perros de razas consideradas peligrosas; el problema de las heces caninas, la reordenación del tráfico de Blasco Ibáñez o información de espacios, normas y horarios para los vecinos que quieran “socializar a la fresca” en las noches de verano.
