Torrent estudiará con sensores los edificios más calurosos para mejorar la atención a los mayores que allí residan

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El Ayuntamiento de Torrent está inmerso en el diseño y aprobación de los proyectos que componen la segunda fase de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Inteligente (EDUSI) que cuenta con 11 millones de euros financiados al 50 % por los Fondos Feder de la Unión Euorpea. En una primera fase se acometieron proyectos mayoritariamente de carácter urbanísticos pero en esta segunda fase, las propuestas van más encaminadas a aplicar la innovación tecnológica para mejorar la gestión del Consistorio y la calidad de vida de los vecinos.

Así lo explicaron en rueda de prensa el alcalde de la localidad, Jesús Ros, y el concejal de Modernización, Andrés Campos, quien desgranó algunas de esas propuestas como la que supone controlar, mediante satélites, la temperatura de los edificios y ver cuáles son los más calurosos. Con esa información, combinada con los datos del padrón, Servicios Sociales podrá conocer qué vecinos de esos edificios son personas mayores y requieren una atención mayor en épocas de mucho calor.

Esos mismos sensores permitirán al Consistorio saber cuáles son las calles más soleadas, las más calurosas y las más frescas para diseñar itinerarios seguros y saludables para los vecinos más mayores. Un ejemplo de lo que Campos ha señalado que es la ‘smart city’: “no se trata de llenar Torrent de ‘gadgets’ sino de utilizar la tecnología para mejorar nuestra gestión social”.

Esta treintena de proyectos, alguno de los cuales ha sido elaborado a propuesta de distintos colectivos de la ciudad, se pondrán sobre la mesa del órgano consultivo constituido con motivo de la EDUSI y donde hay 14 personas representantes de todos los colectivos de la ciudad (sociales, clubs deportivos, empresarios, comerciantes, asociaciones vecinales, entidades festivas, etc.). Está previsto que la reunión se celebre en dos semanas cuando también se dé cuenta de los proyectos de esta segunda fase al comité técnico y a los representantes políticos.

Ros ha advertido, en ese sentido, de que los proyectos “no son definitivos” y están abiertos a posibles modificaciones a través de la participación de estos organismos. El alcalde ha aprovechado el anuncio del inicio de esta segunda fase de la EDUSI para destacar que, en estos momentos, Torrent tiene 70 obras en marcha, es decir, con la redacción del proyecto ya encargada. Una actividad que ha puesto en valor frente a “quienes creen que poner un cartel anunciando un nuevo hospital o unos nuevos juzgados es hacer una obra”.

Movilidad y ‘smart city’

La lista de proyectos ideados para esta segunda fase incluye también la elaboración de un plan estratégico de ciclomovilidad, propuesto por el colectivo Soterranya, o completar la administración electrónica llegando a ofrecer el 100 % de los actos administrativos en versión electrónica. En estos momentos, según Campos, tan sólo falta integrar el órgano del Pleno.

Otros proyectos relacionados con las tecnología inteligentes son la monitorización del servicio de recogida de residuos urbanos; la sustitución de las calderas de gasoil en todos los colegios públicos; la creación de espacios cardioprotegidos con un componente inteligente donde al usar el desfibrilador se envíe una alerta automática a los servicios de emergencias; la gestión inteligente de los edificios municipales para analizar su eficiencia energética y aplicar medidas correctoras; un sistema de llaves inteligentes para todos los espacios municipales que se ceden a asociaciones y colectivos y mejorar así su control, o la instalación de un sistema que mida el flujo de personas por las calles para diseñar con más precisión las políticas de movilidad.

Esta segunda fase de la EDUSI también incluye proyectos como la formación en barrios más desfavorecidos, las ayudas a comercios, un plan de modernización de comercios e industrias o la creación de espacios para el emprendimiento.

Campos, quien ha explicado que la idea es que el 80 % de estos proyectos puedan estar ya en ejecución en 2018, ha hecho hincapié en un último proyecto “muy innovador” que ha obtenido muy buenos resultados en algunos municipios catalanes donde se ha implantado y que consiste en formar al personal de servicios sociales para que puedan asesorar a las familias que acuden por no poder pagar las facturas de agua y luz sobre cómo reducir el gasto o hacer un uso más eficiente de los recursos analizando sus rutinas, sus viviendas y las opciones tarifarias a las que pueden acogerse.

Eso permitiría ahorrar dinero tanto a las familias como al Ayuntamiento, que podría dejar de pagar facturas que ahora son inasumibles para algunos vecinos y cuyo coste asume el Consistorio. En algunos casos, se podrían destinar los fondos a una medida correctora que reduzca considerablemente el gasto y permita a las familias hacerse cargo del mismo.

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