Marta Gracia Pons nació en Terrassa (Barcelona) en 1988. Es licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, especializada en Época Contemporánea. Sus novelas ‘Agujas de papel’, ‘El olor de los días felices’ y ‘El viaje de la libélula’ han tenido una excelente acogida por parte de los lectores. En todas sus novelas, la autora logra crear un fresco animado con protagonistas avanzadas a su tiempo, viajes y tramas apasionantes.
Pregunta: ‘La musa de la flor negra’, ¿Cómo la elaboró?
María García Pons: Documentándome muchísimo. Tenemos mucha información hoy en día sobre el mundo de la repostería, pero en el siglo XIX, que es la época en la que está ambientada la novela, no existían tantos libros y recetarios. Tuve que indagar bien para poder explicar cómo se hacían las elaboraciones tradicionales de ese período. Además, en la novela aparece Isla Reunión, un lugar exótico en el océano Índico del que no fue fácil hallar información de esos años.
P.: ¿En qué lugares transcurre la novela? ¿por qué?
M.G.P.: En el Madrid de Alfonso XII, donde aparece la confitería La Perla, inspirada en esas pastelerías que daban servicio a la Casa Real; en Isla Reunión, donde se cultiva y crece la mejor vainilla del mundo, la Bourbon; y en Viena, famosa por la proliferación de las acogedoras y elegantes cafeterías donde se podía degustar riquísimas tartas como la famosa Sacher.
P.: ¿Por qué ha ambientado la novela en la época de Sisí la emperatriz?
M.G.P.: Viena es una ciudad que me apasiona, es conocida por su belleza artística y cultural, por su extravagante arquitectura que la hacen espectacular. Además, es famosa por su música y esta tendrá un papel importante en el transcurso de la trama. En la época de la emperatriz Sissi, Viena pasaba por un período de grandeza muy atractivo para el lector.
P.: A partir de la ficción ¿pretende dar a conocer aspectos desconocidos de la historia?
M.G.P.: Sí. Como historiada y aficionada a la novela histórica, creo que se puede aprender mucho de forma sencilla y entretenida. En esta historia, el lector conocerá la vida pública y privada tanto de Alfonso XII como de la emperatriz Sissi, la cultura y gastronomía del último tercio del siglo XIX, la historia desconocida de lugares lejanos como Isla Reunión o Madagascar… ¡Y casi sin darse cuenta!
P.: Las figuras femeninas son esenciales en toda su obra, ¿por qué?
M.G.P.: En primer lugar, siento más afinidad con el género femenino y me es más fácil crear personajes bien fundamentados y en los que el lector se pueda identificar. Además, creo que es una oportunidad para explorar temas sociales como el feminismo y la justicia social. Las mujeres me permiten ser más creativa en mi escritura.
P.: Hábleme de la fragancia de la vainilla
M.G.P.: Soy una apasionada de la vainilla. Se ha escrito mucho sobre el chocolate, porque, no nos vamos a engañar, el chocolate es el rey. Sin embargo, yo soy de las que prefieren el helado de vainilla al de chocolate, por ejemplo. La mayoría de gente desconoce que esta especia puede llegar a tardar entre tres y cuatro años en madurar y que la flor se debe polinizar a mano, por eso es tan cara de producir. Con una buena vainilla se pueden hacer los mejores postres del mundo.
P.: ¿Es la gastronomía una buena manera de conocer la cultura de los países?
M.G.P.: Sin duda. La comida de un país refleja sus costumbres, tradiciones y estilo de vida. En la novela, por ejemplo, vemos una clara diferencia entre los postres tradicionales españoles y los austríacos. Los de aquí eran más simples, hechos con miel y almendras. Los de Viena eran más elaborados y usaban masas y frutas. Y es que los españoles compraban esos postres para comerlos en casa mientras que los vieneses los degustaban en los cafés acompañados de una humeante taza de café, sobre todo en invierno.
P.: De las recetas que se sugiere en el libro, ¿cuál seleccionaría para recomendar?
M.G.P.: La que lleva por título el libro, ‘La flor negra’. Un bizcocho especiado y con esencia a vainilla Bourbon con el que Celia, la protagonista, intentará convertirse en la mejor repostera de Madrid. Es esponjoso y exótico. En el final del libro se encuentra la receta.
P.: ¿Cuál es la relación de su nueva novela con las anteriores obras que ha escrito?
M.G.P.: Todas tienen un mismo ingrediente: la lucha de una mujer por cumplir sus sueños y objetivos en una época en la que el éxito solo era para los hombres. La fuerza e independencia de las protagonistas, el amor y la pasión por su trabajo.
P.: ¿Qué destacaría de la novela?
M.G.P.: La ambientación de los lugares, la historia de superación de la protagonista y el aroma a vainilla de sus páginas.
(Agradecemos a Bibiana Ripol las facilidades para esta entrevista)
