Sala Russafa acoge el jueves 21 de octubre el estreno absoluto de 'La Niebla', el nuevo espectáculo de Arden Producciones, que sirve para inaugurar su XI ‘Cicle de Companyies Valencianes’ y, sobre todo, para celebrar el primer cuarto de vida de la formación que impulsó la creación de este Centre Cultural i Docent d’Arts Escèniques.
Cuando hace 26 años Juan Carlos Garés y Chema Cardeña subieron al escenario juntos por primera vez para estrenar La Estancia, el espectáculo con el fundaron su compañía, jamás imaginaron que ésta seguiría viva y coleando en pleno 2021. “Éramos demasiado jóvenes para pensar a tan largo plazo”, confiesa Garés, mientras que Cardeña admite que, con el paso del tiempo, hay un momento en el que “no es inercia, es una necesidad. Sientes el proyecto tan tuyo que quieres seguir haciendo que crezca, que vaya adelante”. Una trayectoria que, según ellos, hubiera sido imposible sin “las familias”, los equipos de trabajo que durante estos años les han ido acompañando.
Pero, volviendo a los comienzos, corría el año 1995 y el panorama escénico valenciano era radicalmente distinto. “Antes no había prácticamente salas privadas, por ejemplo, donde poder mostrar tu trabajo. Durante estos 26 años varios nos animamos, además de poner en pie espectáculos, a montar espacios donde poder exhibir lo que se estaba creando porque la escena valenciana estaba en plena expansión”, comenta Garés. Es sólo un detalle de la gran evolución que han sufrido las artes escénicas y sus profesionales en estos más de 25 años.
Porque, realmente, la conmemoración del aniversario de Arden debería de haber sido en 2020. Pero la inestabilidad que trajo para el teatro la pandemia hacía muy arriesgado lanzarse a producir el espectáculo con el que deseaban celebrarlo, según explica Garés. Y es que en ‘La Niebla’ han involucrado a un equipo de 23 personas, incluyendo a creativos, intérpretes, personal de gestión y administración… Además, supone un paso adelante en cuanto a la puesta en escena.
‘La niebla’ concentra la trayectoria de la compañía Arden
Por primera vez en un montaje de la compañía valenciana, las proyecciones tienen una presencia importante para el avance de la dramaturgia. Todo contribuye a recrear un momento, mediados del XVII español, donde la decadencia política alimenta la audacia y el choque generacional entre los autores culteranistas, que apuestan por un lenguaje y temática elevadas, frente a los conceptistas, que quieren hacer sus textos más accesibles al público; una etapa crucial en la literatura española.
A ambientar esta época contribuye la música original del espectáculo, obra de dos compositores de la escena valenciana independiente, Gonzalo Fuster y Alberto Montero. También el vestuario creado por María Poquet y la caracterización de Vicen Betí, que ayuda a recrear el aspecto de los personajes históricos. Por último, el peculiar diseño de luces de Pablo Fernández y la escenografía, obra del estudio Fet D’Encàrrec siguiendo una idea original de Juan del Busto, sitúan la acción en un lugar difuso, un espacio envuelto en la niebla a la que hace referencia el título del espectáculo.
Todo contribuye a situar el encuentro de estas dos afiladas plumas, cuyo enfrentamiento ha pasado a la historia, pero de quienes se conocen poco otros aspectos, como su misoginia o el desprecio por las artes escénicas. Además, y gracias a la colaboración de los actores Iria Márquez, Rosa López, Manu Valls y Saoro Ferre, se hace referencia a personajes históricos reales como Lope de Vega, Felipe IV, La Gallarda y María de Zayas.
De todos ellos se hace un retrato humano, visibilizando virtudes y defectos. Y sirven de vehículo para tratar temas clásicos en las producciones de Arden, como la difícil relación entre el poder y los artistas, la labor social de la cultura o la reivindicación femenina.
Desde la comedia y el humor, se mira el presente con ojos críticos a través de historias y personajes del pasado, es el sello característico y la línea de trabajo escénico más destacada de esta formación con cerca de 40 producciones y coproducciones en su haber, entre las que se incluyen ‘La Puta Enamorada’, ‘El idiota en Versalles’, ‘Hotel Venezia’ o ‘Matar al Rey’.
“Para nosotros, el estreno de esta obra es como cerrar el círculo. Empezamos con un espectáculo donde interpretábamos a Shakespeare y Marlowe, dos jóvenes autores enfrentados que tenían que compartir una estancia. Entonces tuvimos que rejuvenecernos un poco con la caracterización, mientras que ahora nos avejentamos para meternos en la piel de otros dos grandes autores y enemigos, pero de las letras españolas. Esta vez nos convertimos en Góngora y Quevedo, que también se ven forzados a convivir en la última etapa de su vida”, señala Cardeña, autor y director de la obra.
Para el dramaturgo, en esta pieza se recoge toda la experiencia, gran parte de lo adquirido a lo largo de los 25+1 años de Arden. “Hay un poquito de cada una de las obras y personajes que ha ido creando e interpretando. Es como un compendio de la esencia, del sello de la compañía. Pero con la voluntad de ir más allá, de probar cosas nuevas, de seguir innovando dentro de nuestro estilo”, afirma el director artístico de la compañía, remarcando que para ellos el teatro es “el oficio de aprender”.
Del 21 de octubre al 14 de noviembre se mantendrá en cartel esta obra, con funciones de jueves a domingo y los viernes como Día del espectador, con precios especiales. Una oportunidad de asistir a divertido un duelo de palabras como dagas y de conocer otros aspectos de quienes se dedicaron lindezas como “érase un hombre a una nariz pegado” pero también bellezas como “la poesía se hizo para elevarse sobre la tierra, no pesar sobre de ella