A partir del 3 de diciembre, Azofaifa, Don Nuño, Don Pero, Magdalena y, por supuesto, Don Mendo, vuelven a las tablas y ahora, además, también cantan.
Hace años, Saga Producciones decidió orientar parte de su estrategia artística a redefinir algunos géneros teatrales, adaptándolos a la forma de los grandes musicales contemporáneos. Lo hizo, con éxito, con el music-hall, el cabaret y la revista, géneros, todos ellos, propicios para este trabajo de adaptación. Sin embargo, su nueva apuesta, La venganza de Don Mendo, es más arriesgada: convertir un texto cómico clásico, uno de los más grandes de la literatura española, parodia de los viejos romances medievales, en un espectáculo al más puro estilo Broadway.
Homenajeando el título homónimo de Pedro Muñoz Seca, esta versión consigue darle una vuelta de tuerca más a la fusión de géneros y estilos, tanto artísticos como interpretativos y musicales, que tan en boga está en los escenarios de medio mundo, especialmente los neoyorquinos y londinenses. Enfocados hacia un estilo musical ecléctico, que mezcla lo tradicional con lo moderno, se trata de trascender los convencionalismos clásicos asociados a la época en la que se ambienta, así como sus personajes y estereotipos, girándolos completamente y jugando con las ambivalencias, dobles intenciones y anacronismos para crear un concepto de humor muy peculiar, mezcla de ironía con parodia y de surrealismo con desvergüenza.
En el Mendo clásico, la rima cómica de las estrofas dialogadas necesita de un aire vodevilesco y burlón que juegue a provocar la risa, tanto por la afectación recitativa como por la gesticulación interpretativa. Pero, además, como complemento perfecto al divertido texto del astracán original, se integran en la acción unos números musicales con ritmos y letras en la línea de aquel, aportando el punto vanguardista y sofisticado que redondea el conjunto.
Reivindicando la tradición teatral española, así como a uno de sus grandes literatos, Don Mendo regresa para conquistar a las nuevas generaciones, al igual que las anteriores han ido cayendo rendidas, progresivamente, a sus pies.
Al frente de un elenco artístico, creativo y técnico completamente valenciano, José Saiz dirige y protagoniza, en el papel que da nombre a la obra, este montaje que cuenta con diez actores en escena, continuos cambios de escenografía y vestuario, coreografías originales y unas ganas tremendas de hacer reír al público, ofreciéndole, a la vez, un gran espectáculo. En esta venganza de don Mendo podría decirse que hay un mucho de Muñoz Seca, pero, también, un poco de Fernán Gómez, de Mel Brooks, de los Monty Python y, por supuesto, del sello inconfundible de Saga.
