La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas, tres hombres y una mujer, integrantes de un grupo criminal de sicarios que trató de matar a un empresario de Puçol. Dos de los detenidos dispararon con un arma de fuego desde una motocicleta a la víctima, que logró salir ilesa, mientras que un tercero dio cobertura desde un vehículo y la mujer ocultó el arma.
El intento de asesinato tuvo lugar el pasado mes de diciembre. Este empresario de Puçol denunció que al llegar a su empresa con su vehículo y justo en el instante en que abría la puerta del conductor para bajarse, dos personas que circulaban en una motocicleta pararon a su altura y sin mediar palabra le apuntaron con un arma de fuego. Los asaltantes realizaron un primer disparo que no llegó a alcanzarle en la cabeza por escasos centímetros y cuando se disponían a realizar un segundo disparo aceleró rápidamente y logró huir con su vehículo.
La Guardia Civil se personó en el lugar y realizó una inspección ocular encontrando un casquillo de arma de fuego corta de munición metálica de percusión anular, calibre 22 y un proyectil de plomo, deformado tras el impacto. Tras su recogida, custodia y remisión fueron analizados en el departamento de balística del laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil en Valencia. Dio comienzo entonces una doble investigación para localizar a los responsables, así como averiguar qué había sucedido.
Los agentes identificaron la motocicleta usada que llevó a descubrir que se trataba de un grupo criminal de sicarios de nacionalidad colombiana asentado en las provincias de Valencia y Girona.
Tras la reconstrucción policial de los movimientos de los sospechosos, los guardias civiles averiguaron que durante tres meses antes del intento de asesinato, los tres hombres detenidos realizaron vigilancias esporádicas sobre la víctima y su entorno. El objetivo era establecer reconocimientos de la zona, horarios y hábitos de la víctima así como vías de acceso, huida y lugar idóneo para llevar a cabo el crimen.
A partir de ese momento el equipo investigador centró sus esfuerzos en la localización del arma, determinando que una cuarta persona, la mujer ahora detenida, era la encargada de dar cobertura a la organización en la ocultación del arma de fuego. Esta persona recibía pagos periódicos a través de un intermediario por medio de una aplicación de transferencias inmediatas.
Este grupo de sicarios iban a cobrar 30.000 euros por la ejecución de la víctima. Por el momento recibieron 15.000 euros como adelanto, no recibiendo el resto al no haber finalizado el encargo.
Asesinato pendiente
Este grupo tenía previsto terminar con éxito su crimen el presente verano. Al estar uno de los integrantes incapaz y convaleciente por una reciente operación médica, el resto de componentes ya había buscado un sicario sustituto que iba a viajar desde Colombia.
Ante la inminente amenaza de un nuevo atentado contra la vida de la víctima y en aras de su protección, la Guardia Civil ha detenido y desarticulado este grupo por completo. Para ello se han efectuado cinco registros en domicilios, dos en la localidad de Sollana y tres en Figueres (Girona). En ellos se han localizado e intervenido dos armas de fuego cortas municionadas, una de ellas con silenciador, así como una tarjeta de visita con dirección y teléfono de la empresa de la víctima, un plano manuscrito de la localidad de Puçol, la motocicleta empleada por los autores y el turismo que les daba cobertura.
En total son cuatro detenciones: tres hombres y una mujer, todos de nacionalidad colombiana, entre los 24 y 63 años. A los tres hombres se le imputan el delito de asesinato en grado de tentativa, pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas, mientras que la mujer detenida está acusada de los delitos de pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas.
La investigación corre a cargo del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Massamagrell, el cual decretó el ingreso en prisión provisional de los tres autores materiales y la libertad con medidas cautelares de la cuarta persona.