Agentes de la Policía Nacional han detenido a la salida de un colegio de Paterna a una mujer de 35 años como supuesta autora de los delitos de robo con fuerza y hurto, tras al parecer apoderarse de dinero de los empleados y de los despachos del colegio de la localidad donde trabaja como personal de limpieza. En el momento de la detención entregó a los policías 320 euros. Al parecer, según las investigaciones, llevaría sustrayendo dinero desde hacía dos años y se habría apoderado de más de 2.000 euros.
Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los agentes de que en un colegio de Paterna se estaban produciendo desde hacía dos años una serie de robos de pertenencias de los empleados, así como del interior del despacho de una vivienda del colegio.
Durante las investigaciones, los policías averiguaron que en el interior del despacho había una caja fuerte cuya llave estaba en una mesa y de la que habían sustraído unos 510 euros. Los agentes advirtieron que solamente tenía acceso al despacho una mujer del personal de limpieza.
Continuando con las investigaciones, los agentes averiguaron que a principios del mes de enero se habían producido diversos robos del interior de un armario que siempre estaba cerrado con llave, la cual estaba en un cajón de un despacho. Lo sustraído en estos robos ascendería a unos 1.500 euros.
Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del colegio y observaron que la sospechosa salía en un coche, por lo que la interceptaron y, tras identificarla le localizaron en una cartera varios billetes. Entre ellos había un billete de 20 euros cuyo número de serie coincidía con uno sustraído del colegio donde una de las víctimas había dejado 180 euros en billetes de 20 y había apuntado los números de serie.
Por ello, la mujer fue detenida como presunta autora de los delitos de robo con fuerza y hurto. La ahora detenida entregó a los agentes 300 euros, al mismo tiempo que manifestaba que era lo único que había sustraído.
La detenida, sin antecedentes policiales, tras ser oída en declaración fue puesta en libertad, no sin antes ser advertida de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando para ello fuese requerida.
