Cientos de vecinos acaban su manifestación por la sanidad pública en el salón de plenos pidiendo la dimisión de Corredera

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La, de momento, última manifestación por la sanidad pública en Mislata ha sido más corta de lo habitual. Los organizadores han querido reducir el recorrido para que a los asistentes les diera tiempo a asistir al pleno ordinario del mes de octubre en el que, además, se debatía la creación de un Museo Etnográfico que deja en entredicho, según la oposición, la conservación del Pou del Quint. En los primeros minutos del pleno, cientos de vecinos abarrotaban la sala (muchos de ellos se han quedado fuera) portando carteles que pedían la dimisión del alcalde, Manuel Corredera, y advirtiéndole de que no proteger el Pou del Quint lo aleja, también, de la Alcaldía.
De nuevo, miles de vecinos han dado su apoyo a la manifestación convocada por la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos para defender la utilidad del Hospital Militar y la no adscripción del municipio al departamento de salud de l'Horta, regido por el hospital de Manises, de gestión privada.

La semana que viene, los representantes vecinales van a mantener una reunión con la Conselleria de Sanidad y han convocado una concentración en la plaza del Ayuntamiento de Mislata para informar a todos los vecinos de los resultados del encuentro. El portavoz de la Coordinadora, Julián Martínez ha advertido de que las pretensiones que pondrán sobre la mesa van a ser las mismas: que el Hospital Militar tenga un servicio de urgencias 24 horas con Pediatría incluida, que se reserven camas para los ciudadanos de Mislata y que se amplíe sus servicios para ofrecer operaciones que requieran una hospitalización de media duración.

En caso de no llegar a ningún acuerdo, la Coordinadora continuará con sus movilizaciones.

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