El concejal de Transición Energética y Emergencia Climática, Alejandro Ramón, ha explicado que el Ayuntamiento está instalando una serie de refugios para recuperar una especie autóctona de murciélago en peligro de extinción llamada «Myotis capaccinii». Se trata de un programa que lleva a cabo el Ayuntamiento de València en el que se diseña y desarrolla planes de conservación para la protección y conservación de la fauna urbana. Este programa de biodiversidad urbana también está introduciendo ardillas en el jardín del río.
Según ha explicado Ramón, los técnicos de la concejalía Transición Energética y Emergencia Climática ya han avistado ejemplares de este murciélago en el Parc de Capçalera y el Ayuntamiento está instalando refugios para estos quirópteros en la huerta, especialmente en el término municipal de Pinedo. Como es bien sabido, estos animales son un depredador natural de las plagas que afectan a nuestra huerta.
Según ha explicado Ramón, «este animal es la única especie de murciélago catalogada en peligro de extinción en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Esto implica que tiene el mismo grado de amenaza que especies tan emblemáticas como el lince ibérico, el oso pardo o el urogallo cantábrico, especies abanderadas de la fauna amenazada y sin duda mucho más conocidas por el gran público, pero en realidad tan amenazadas como esta especie de murciélago valenciano».
El murciélago patudo es una especie ligada a masas de aguas calmadas como grandes balsas y retiros de río con poca corriente, ya que su dieta se basa principalmente en insectos que captura sobre la superficie del agua. Se ha comprobado que es capaz de capturar incluso algunas especies de peces pequeños. Estrictamente cavernícola, la zona del litoral mediterráneo y Andalucía alberga las mejores poblaciones a nivel estatal.
TALLERES TEÓRICO-PRÁCTICOS
Este programa también contempla charlas a niños y niñas en el que el Ayuntamiento da a conocer los beneficios de los murciélagos en el control biológico de plagas urbanas y agrícolas y las amenazas que sufren. Luego, en la parte práctica, los asistentes construyen refugios para estos mamíferos alados.
Los refugios montados en los talleres son instalados por toda la ciudad, especialmente alrededor de los parques y jardines que se consideran más oportunos, pero también en instalaciones o edificios adecuados.
Para comprobar si los refugios instalados son ocupados por los murciélagos, se realiza un seguimiento de los refugios. «Se visitan todos los refugios en verano y en invierno y se observa su interior con ayuda de linterna y cámara endoscópica. Se intenta averiguar la especie que ocupa cada caja y el número de ejemplares presentes de este animal tan representativo de Valencia», ha concluido Ramón.