Lituana de nacimiento y ya casi valenciana por adopción, Vilma Dobilaite ha unido dos de grandes pasiones artísticas: el jazz y la fotografía. Junto a su labor, desde hace años, como agregada cultural de Consulado Lituano en Valencia, su gusto por el jazz encontró en la ciudad el escenario perfecto para establecer una íntima comunión con el género y sus más destacados y destacadas profesionales. El jazz producido en Valencia sedujo a Dobilaite y su presencia se hizo habitual en los espacios donde los amantes de su música se reúnen (especialmente el Jimmy Glass), para disfrutar de una buena sesión jazzera. Su segunda pasión, la fotografía, tomó presencia entonces y…, ante cada nuevo concierto su cámara capturó instantes donde la música y su intérprete quedaran fijados por siempre. Bajo ese hechizo de imagen perpetua nació el libro ‘Jazz al Carmen’, una larga serie de fotografías tomadas en diversas actuaciones con artistas tales como Francisco Ángel Blanco ‘Latino’, Percio Sambeat, Viktorija Pilatovic o Víctor Jiménez.
Las 60 imágenes que componen el libro pueden apreciarse hoy en la exposición que ofrece la Biblioteca Pública Pilar Faus (C/ Del Hospital 13), hasta el próximo mes de septiembre. En charla con la fotógrafa lituana, descubrimos que el romance entre jazz y fotografía no solo busca la estética y la composición sino también “la magia que envuelve la música”.
Pregunta: ¿Cómo nace la serie fotográfica ‘Jazz al Carmen’?
Vilma Dobilaite: En realidad la idea la llevaba madurando hace tiempo. Soy una gran fan del jazz, para mí el Jimmy Glass es como un templo, y…, quería reunir a los mejores músicos de jazz valencianos en una gran serie de fotos. Esta es una tierra de excelentes músicos y creadores y…, creo que es una exposición muy acertada al mostrar al público muchos de los talentos que están aquí, en Valencia.
P.: Al poner el nombre del barrio en el título del libro y de la exposición le das al Carmen un valor muy jazzístico.
V.D.: Sí, es que el Carmen es un barrio de jazz. Hay un aire de bohemia y de jazz que está en todas sus calles. El Jimmy Glass, que este año cumple su treinta aniversario, le ha dado un gran impulso al barrio y a su ambiente de jazz.
P.: Las fotografías más famosas del mundo del jazz y sus artistas han estado asociadas al blanco y negro, ¿qué tiene el blanco y negro que atrapa tanto al universo del jazz?
V.D.: Bueno…, creo que hay algo de tradición en ello. Hay muy buenas fotografías en color con imágenes excelentes. Tengo la sensación que el uso del color es también muy bueno para el jazz, en mi caso preferí hacer la exposición utilizando el blanco y negro pero…, es una opción personal. A mi me gusta mucho el blanco y negro.
P.: ¿Y qué intentas capturar en la imagen? La sonoridad es imposible, ¿se trata de atrapar el momento de inspiración, de emoción de la música, el movimeinto?
V.D.: Tengo que decirte que, a que suene a utopía, intento capturar la magia que envuelve la música. El sonido que sale del instrumento, el momento en que la música se convierte en algo mágico. Cuando yo luego veo las fotos oigo la música que guarda, suena algo en su interior y…, pensé que esto que ocurría era sólo para mí pero…, he recibido comentarios de amigos y conocidos que me dicen que las fotos suenan, que sienten la música que hay en la imagen. Te confieso que no es la primera vez, me lo han dicho muchas veces. Intento atrapar la magia del momento, yo necesito emocionarme para sentir que la música está ahí. Si voy a un concierto y no me emociono, no hago fotografías.
P.: Supongo que valorarás si vale la pena sacar fotos del grupo entero o del solista o de la cantante o más primeros planos…
V.D.: Bueno…, eso depende de las luces del escenario. Hay veces que los músicos están mal iluminados y cuesta encontrar un ángulo o un encuadre bueno. Ahora mismo, lo que más me gusta es hacer retratos. Destacar con primeros planos o planos medios lo que envuelve al músico. Ahora mismo es lo que más interesa en la composición, el valor y la fuerza del primer plano.
P.: Veo que trabajas un formato estándar en el tamaño de las fotos, ¿no te gustan los formatos más grandes, más ricos en amplitud?
V.D.: Francamente no. Me gusta trabajar las fotos en formato pequeño. Es más, me gustan las fotos pequeñas.
P.: ¿Tipo el tamaño de una postal?
V.D.: Sí, ese es un formato. Me gustan las fotos de tamaño pequeño (comenta sonriendo).
P.: Felicidades por el libro y la exposición y…, enhorabuena por reunir en tus fotos a tantos excelentes artistas del jazz valenciano.
V.D.: Gracias a ti por difundir este trabajo.
