Los beneficios que proporciona la música en las etapas tempranas de la vida han sido corroborados por multitud de estudios científicos. Se dice que la música clásica en particular calma el sistema nervioso autónomo y estimula el desarrollo cognitivo, favoreciendo la discriminación auditiva y la sincronización, habilidades fundamentales para el desarrollo del lenguaje. Sin embargo, ¿cómo podemos adentrar a los bebés en ese universo de notas y tiempos? Quiteria Muñoz y Úrsula Segarra, fundadoras de la compañía valenciana De Soprano y Arpa, llevan cerca de una década investigando cómo conseguirlo.
La Sala L’Horta ha vuelto a contar con estas dos experimentadas instrumentistas para complementar su programación dirigida a primera infancia. Así, el domingo 2 de abril y el 7 de mayo (a las 11:00 horas y a las 12:30 horas), el centro cultural de Castellar-L’Oliveral acogerá ‘Pequesol’, un espectáculo musical de alto valor pedagógico que a invita a niños y niñas de entre 0 y 3 años a viajar en el tiempo para tomar contacto por primera vez con compositores fundamentales de distintos orígenes geográficos y periodos de la historia, desde el periodo romántico hasta la segunda mitad del siglo XX.
'Pequesol' combina interpretación de música en directo, teatro y proyecciones, e incluye piezas de compositores como Brahms, Manuel de Falla y Erik Satie. También se escucharán piezas populares valencianas y sefardíes, y obras de destacados autores españoles de la segunda mitad del siglo XX como Frederic Mompou, Xavier Montsalvatge o la compositora castellonense Matilde Salvador.
Las autoras e intérpretes de Pequesol, Quiteria Muñoz y Úrsula Segarra, utilizan palabras e imágenes como complemento de la voz de soprano y el sonido en directo del arpa, un instrumento que fascina visualmente a los más pequeños.
“La música es un elemento fundamental para el desarrollo de los bebés en edades tempranas (periodo prenatal y perinatal), puesto que el ritmo, la dinámica, el sonido y la melodía tienen efectos sobre ellos -comentan desde la compañía-. El oído es el primer sentido que se despierta dentro del vientre de la madre. Ningún otro canal sensorial permite provocar sentimientos tan fuertes. El niño o la niña percibe los primeros sonidos a partir de los cuatro o cinco meses anteriores a su nacimiento, por lo que los estímulos acústicos, los ruidos, el lenguaje y la música son importantes para el desarrollo de su cerebro y del sentido del oído”.