De nuevo y pese a las previsiones de climatología adversa, Quart de Poblet disfrutó de una nueva edición de la Passejà de Sant Onofre, patrón de la localidad. La lluvia, si bien hizo acto de presencia, lo hizo al final del acto, no desluciendo este lo más mínimo.
Como cada primer sábado del mes de septiembre, una numerosa comitiva encabezada por los miembros de la Clavaría de Sant Onofre salían en pasacalle a las 21:30 horas recorriendo varias calles del municipio para llegar a la Ermita de Sant Onofre, desde donde partía pasadas ya las 22 horas la tradicional Passejà.
En este tradicional acto, declarado Fiesta de Interés Turístico Autonómico por la Generalitat Valenciana el pasado mes de mayo, que congrega cada año a un mayor número de personas, participaron este sábado como tiradores, algunos amigos de las vecinas localidades de Manises (Coeters de Manises), y de Paterna.
También formaron parte de la comitiva, junto a los clavarios y clavariesas, autoridades y personalidades invitadas, y también diversas comisiones falleras de la población que quisieron sumarse al acto en honor al patrón. En algunos tramos de la Passejà se disparó un ramillete de fuegos artificiales y, en algunas casas y asociaciones, se brindó una mesa, con dulces y un refrigerio para los asistentes.
El broche de oro de la Passejà llegó con la gran 'Roda', al son del himno de San Onofre. En el Ayuntamiento de Quart de Poblet se hizo otra parada especial con un gran castillo de fuegos, y posteriormente otra pequeña 'roda' en el tramo de Barón de Cárcer con Poeta Llorente, para finalmente llegar, ya con la lluvia haciendo acto de presencia, a la Parroquia principal de la Purísima Concepción.
