Proyecto Hombre València ha atendido a un 5% más jóvenes con problemas conductuales y uso abusivo de TIC

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Proyecto Hombre València ha hecho públicas las conclusiones de su memoria de actividades 2020, en la que se revelan tendencias relevantes en los programas que lleva adelante en relación con la pandemia y la influencia que ésta ha tenido en los tratamientos que emprende.

Así, durante el estado de alarma y a pesar de las medidas restrictivas de movilidad por la COVID-19 la entidad ha mantenido activos los diferentes tratamientos ambulatorios ya sea de forma telemática o presencial en todos sus centros de día. Se han aplicado las medidas preventivas en todos los centros residenciales de la Comunidad Terapéutica y la vivienda de inserción y en los periodos de confinamiento se ha mantenido el contacto telefónico diario con las 48 personas de la Comunidad Terapéutica del Centro Penitenciario de Picassent. En este sentido, la entidad no ha contabilizado ningún positivo por COVID-19 en los recursos residenciales de la Fundación. Del mismo modo, un 90% de las personas atendidas continuó su tratamiento y respetó el confinamiento.

Foto de Tofros.com en Pexels
Foto de Tofros.com en Pexels

En la Memoria del 2020 de Proyecto Hombre se hace balance de lo realizado y se destaca la cifra de 1.370 personas que demandan atención y/o asesoramiento, habiendo iniciado tratamiento un total de 833 personas y 907 familiares en los Centros de Día de València, Gandia y Ontinyent, en el Área de Prevención, las Comunidades Terapéuticas de València y la Comunidad Terapéutica Intrapenitenciaria situada en el Módulo I del Establecimiento Penitenciario 'Antoni Asunción' de Picassent. Además, los responsables de Proyecto Hombre han destacado el incremento en un 17 % la demanda de tratamiento en personas en su Centro de día de Ontinyent y un 8% en el Centro de día de València respecto al año anterior.

Como en ejercicios anteriores, las sustancias de mayor consumo siguen siendo la cocaína 40%, cocaína y alcohol un 24%, el alcohol 20%, y el cannabis 5%. El consumo de alcohol y las benzodiacepinas (ansiolíticos e hipnosedantes) suele estar presente en la mayoría de las adicciones, aunque no se perciba como problemático.

Se mantiene el perfil de otros años: en adultos, hombre mayoritariamente de origen español, con una edad media de 40 años, consumidor de cocaína, soltero y en paro. En cuanto a las personas jóvenes, el perfil mayoritario es el de hombre, mayoritariamente de origen español, con una media de edad de 19 años, consumidor de cannabis, soltero y estudiando. En lo referente al género, las mujeres continúan teniendo mayores dificultades para acceder a tratamiento, siendo solo un 19% del total de personas atendidas y llegan más tarde al tratamiento, con una edad media de 42 años. Es este sentido, los responsables de la entidad consideran necesario continuar introduciendo medidas que faciliten el acceso de las mujeres a tratamiento y su adherencia al mismo.

El director de Proyecto Hombre, Vicent Andrés, ha destacado «la importante labor del Programa de Prevención Selectiva e Indicada que ofrece alternativas de asistencia dirigidas exclusivamente a jóvenes y adolescentes, con conductas de riesgo. Además, Andrés ha recordado, como en años anteriores, que "la percepción de riesgo de consumo de cannabis es muy baja, refiriéndose en muchas ocasiones como un consumo no problemático".

También en la población adolescente/jóvenes, desde Proyecto Hombre, se aprecia un aumento considerable y preocupante en el número de personas asistidas a causa de adicciones comportamentales (TIC: móvil, Internet, redes sociales, juegos en línea, videojuegos…). Destaca el incremento de los juegos de azar online Respecto al 2019 se incrementa del 8% al 13% el uso abusivo de las TIC, así como el aumento de los juegos de azar online y acceso a contenidos pornográficos a edades muy tempranas

Tras estos meses de confinamiento domiciliario, se incrementaron las demandas de información y asesoramiento familiar al Programa de Prevención Indicada, así como de número de ingresos en este programa por problemas derivados del mal uso de las TIC durante esos meses.

Posteriormente, durante los meses del estado de alarma, desde Proyecto Hombre Valencia se ha detectado:

  • falta de alternativas de ocio y tiempo libre saludables que llevan a las personas jóvenes a pasar
    más tiempo con las TIC;
  • formas abusivas de consumo de sustancias, principalmente cánnabis y alcohol, concentradas en las pocas horas que podían estar en la calle con sus amistades, con mayores consecuencias tanto a nivel de atención en urgencias, como problemas familiares;
  • falta de relaciones sociales presenciales, potenciadas también por la falta de presencialidad en las aulas

Con respecto a la intervención en el ámbito laboral, este ha sido uno de los otros grandes perjudicados de la pandemia, ya que durante los meses de confinamiento domiciliario muchas de ellas se fueron a ERTE y posteriormente ha costado mucho volver a retomar la normalidad y apostar por los programas de prevención de comportamientos adictivos. Junto a UMIVALE, Proyecto Hombre ha publicado un manual para abordar el riesgo de las adicciones en el ámbito laboral para orientar a las empresas en la intervención en el ámbito laboral.

Dentro del trabajo de inserción social en personas privadas de libertad se destaca que 56 personas, por encontrarse en tratamiento, se han beneficiado de medidas penales o penitenciarias que han facilitado su reinserción sociolaboral. Y siete personas sin apoyo familiar han podido completar su proceso de inserción acogidas en la vivienda de integración que posee la entidad.

Entre las conclusiones más destacadas por la Fundación Arzobispo Miguel Roca – Proyecto Hombre destacan:

  • la ausencia generalizada en nuestra sociedad de percepción del riesgo respecto del impacto del abuso de determinadas sustancias legales, sobre todo, el alcohol y las benzodiacepinas y las apuestas deportivas, por lo que es necesario darle un nuevo impulso a la prevención;
  • la coexistencia del diagnóstico dual (drogodependencia y psicopatología psiquiátrica) en muchas de las personas atendidas y las situaciones de mayor vulnerabilidad a nivel socio económico, y que determinan un peor pronóstico, por lo que es necesario articular una mejor coordinación entre los sistemas sanitario, de salud mental y de inclusión social;
  • es necesario adecuar el Sistema Valenciano de Atención a las Adicciones a las nuevas necesidades, reforzando los equipos de la Unidades de Conductas adictivas, aumentando las plazas de tratamiento en centros de día, servicios de tratamiento de las ludopatías y la atención específica a jóvenes y menores. En este sentido, desde Proyecto Hombre Valencia se considera prioritario el incremento de los presupuestos para reforzar esta red que se vio recortada en la crisis del 2008

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