Planes de minimización de residuos en centros biológicos y sanitarios

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Al hablar de residuos de centros biosanitarios es común pensar que constituyen un riesgo en cuanto a su manipulación, pero la realidad es que estos desperdicios son de naturaleza y tipo muy diversa y, en su práctica totalidad, completamente inocuos.

No obstante, una correcta gestión al respecto puede repercutir positivamente en el compromiso formal de reducción de residuos atendiendo a un plan global de minimización de los mismos ceñido a una correcta clasificación de residuos sanitarios.

Plan de minimización de residuos

La normativa vigente es muy clara al respecto y se proclama como una exigencia legal para los productores de residuos peligrosos que lleva aparejado el compromiso de reducir todo tipo de residuos tóxicos y peligrosos.

Esta reducción parte de la merma de los mismos por parte de las empresas gestoras de las instalaciones, que pueden atender estos requisitos determinando unos objetivos a alcanzar en un tiempo determinado con base en el funcionamiento y composición de cada estructura sanitaria.

Un Plan de Minimización de Residuos Sanitarios es un conjunto activo de actuaciones enfocadas a la disminución de los residuos generados en base a los datos arrojados por los balances de períodos anteriores, favoreciendo así el cuidado de medio ambiente y reduciendo a la par los costes de gestión de la empresa encargada.

¿Qué son los residuos sanitarios?

Pese a lo que pueda parecer, no todos los residuos sanitarios tienen su origen en la actividad asistencial sanitaria, sino que su naturaleza es similar a cualquier tipo de residuo urbano y no comporta ningún tipo de riesgo primario a nivel de salubridad.

En realidad hablamos de una mayoría residual de procedencia administrativa, despachos, almacenes, salas de espera, cafeterías y comedores, áreas externas y zonas verdes. En lo que respecta a los residuos peligrosos o de manipulación delicada tan solo conforman el 20% del total.

Restos sometidos a contagio con agentes patógenos infecciosos o tipos de residuos químicos y de específica naturaleza radiactiva son los objetivos primordiales a someter a una manipulación determinada para su correcto tratamiento.

Las actividades de atención sanitaria arrojan un alto volumen de desechos y subproductos que en algunas circunstancias se incineran, dando lugar a un gran número de contaminantes atmosféricos de carácter tóxico.

Este tipo de medidas son reemplazables por soluciones alternativas como la esterilización mediante técnicas microondas y en autoclave, diferentes tratamientos químicos o por vapor combinado con agitación de los materiales infectados.

Plan de Reducción de Residuos

Al igual que cualquier tipo de organismo no sanitario, la gestión de residuos de esta naturaleza está viciada por una mala práctica y, en este caso concreto, agravada por el ritmo vertiginoso vivido en este tipo de instalaciones que va en detrimento de una mejor observancia de la manipulación de materiales de desecho.

Un plan de mejora de gestión de residuos sanitarios debe atender a elementos como la implantación de un sistema integral en que se definan las responsabilidades y la coordinación de recursos para la manipulación y eliminación de restos enfocado a largo plazo mediante la implementación de mejoras gradualmente.

Además, este tipo de instalaciones deben aportar información para la sensibilización sobre los riesgos de una incorrecta gestión de restos y el fomento de prácticas seguras junto con la apuesta por métodos ecológicamente inocuos para el almacenamiento, manipulación, recogida, transporte, tratamiento y eliminación de residuos.

Esta metodología no requiere una gran inversión económica, sino que en su gran mayoría se trata de modificaciones en la manipulación de los desechos y una mejora en cuanto a mantenimiento y cuidado de los recursos con programas simples de recuperación y reciclaje.

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