Las fallas de Torrent participarán en el Burning Man. Miguel Arraiz y David Moreno viajaron a Nevada para conocer de cerca el festival de 2015 y desde entonces se han convertido en embajadores del mismo en España. Su objetivo es crear una red mundial donde se vean representadas las fallas y donde se de a conocer el trabajo de todo el colectivo implicado a través de un lenguaje contemporáneo.
David Moreno, nacido en Torrent, es un artista fallero autor de monumentos para fallas tan importantes como Nou Campanar o Convento Jerusalén. Miguel Arraiz es un arquitecto que hace “fallas raras” y ha realizado grandes proyectos con fallas como “Ekklesia” para Nou Campanar. Empezaron a trabajar juntos en el año 2011 montando exposiciones e hicieron su primer monumento conjunto en 2012.
¿Cómo empezó el proyecto y cómo os enterasteis de la similitud que tenían las fallas con el Burning Man?
Miguel: Nosotros ya conocíamos el Burnign Man. Las relaciones empezaron a través de un conocido que vive en San Francisco y conocía al organizador, el cual, había venido durante varios años a conocer las fallas, empezaron a hablar y vieron las similitudes entre el arte y el fuego. Aquí se exploraron las posibilidades de colaboración y desde la organización buscaron varios perfiles para invitarles al festival y acabaron dando con nosotros. No nos lo pensamos y fuimos a conocerlo y a ver que podíamos aprender nosotros de ellos y que podían aprender ellos de nosotros.
David: Son muchas las similitudes que tienen, sólo cambia la sociedad. El Burning Man lo que no tiene son los pecados originales que arrastran las fallas, al haber creado un evento nuevo han podido generar algo que van controlando. Desprenden una energía muy nueva con una imagen brutal en una sociedad americana donde el sentido del espectáculo y del marketing está muy valorado.
¿Cuál es la visión que tienen en el Burning Man de las fallas?
M: Lo más sorprendente para ellos, es que lo que nosotros hacemos en medio de la ciudad, ellos se han tenido que ir al desierto. Como festival han tenido un gran crecimiento y querían conocer nuestra parte organizativa así como la supervivencia de las fallas durante décadas. A nosotros por otro lado, nos interesaba saber como tratan a los creativos y al arte.
¿Qué impresiones os llevasteis del festival?
D: La visión que tienes desde aquí por mucho que busques, hasta que no llegas es imposible explicarlo. Tienes que estar allí para ver como funciona como un engranaje, viviendo la experiencia en medio del desierto y minuto a minuto darte cuenta de todo lo que vas encontrando. Además., funciona como una especie de sociedad colaborativa donde todo el mundo intentar llevar piezas de arte al desierto.
Renaixement es el nombre del proyecto, ¿Por qué este?
M: Por varios motivos. El lema del Burning Man de este año es el “Taller de Da Vinci” y dando vueltas llegamos a una parte histórica que coincidía con la esencia que queremos transmitir y en como retomáar el proyecto de Nou Campanar, en el cual nos hemos inspiramos.
¿Que pretendéis que inspire el monumento?
D: Desde el principio el proyecto planteaba varios problemas, lo más fácil hubiera sido diseñar un monumento tradicional y plantarlo allí. Pero esta iniciativa nos planteaba una serie de retos: el monumento no se puede quemar en el desierto, debería estar hecho con cartón y resultaba muy complicado. El segundo hándicap, es que había que desmontarlo y llevarlo hasta el desierto y el tercero, la necesidad de llevar un equipo de profesionales porque no sabemos que nos vamos a encontrar en el desierto en una explanada vacía donde o juegas con la escala o el monumento pasa desapercibido. Por eso, optamos por reproducir algo que ya conocíamos y mejorarlo.
M: Todo estos hechos nos llevan a decidir la forma de construir el proyecto. Nosotros lo tratamos como una oportunidad colectiva, dando a conocer las fallas y abriendo la puerta a otros artistas de manera que se genere una red mundial.
¿Cómo será la estructura de Renaixement?
M: Está formada por tres elementos: el suelo que es la parte colaborativa que se realiza en Torrent gracias a las fallas y asociaciones. Un remodelaje del proyecto de Nou Campanar con un lenguaje contemporáneo y una tercera parte donde entran en juego el gremio de artesanos y artistas falleros. La estructura se reviste de una piel fallera que muestra la parte artesanal combinada con un mensaje en evolución.
D: En realidad hay que tener en cuenta que vamos a un escaparte, una feria de arte que se le enseña a una comunidad muy comprometida. Nosotros lo que hemos montado es un pabellón de feria donde enseñemos las fallas por dentro y por fuera.
Además la piel exterior está basada en unas tracerías existentes en la Lonja de Valencia y el monumento acaba funcionando igual que esta. Fuera se quedan todos los vicios y estructuras y dentro se produce un intercambio en un espacio donde se funciona con el trueque y la economía del regalo, esa es la esencia de este festival.
¿Que opináis de la implicación de Torrent con el proyecto?
M: El ayuntamiento nos ha ofrecido una disposición total, el concejal del área de Comunicación, Alfred Costa ya conocía el Burning y además participamos en una charla en el G6. En el casal de la falla Cronista Vicent Beguer i Esteve se montará la base del monumento, un total de 36 metros cuadrados con 25.412 piezas de mosaico de madera.
D: Hay una gran implicación de las comisiones falleras, asociaciones y colectivos que vendrán el próximo sábado 14 y 21 de mayo a colaborar con el montaje. Al fin y al cabo las fallas son posibles gracias a la pequeña aportación de cada uno de los individuos que participan en ellas.
A nivel personal, ¿qué os aporta a cada uno el proyecto?
M: Es un reto, además hay que darse cuenta del gran potencial que tenemos en las fallas y hay que demostrarlo. La participación de la sociedad colectiva y el trabajo del gremio de artistas es lo que ha posibilitado su supervivencia durante años.
D: Es un aprendizaje brutal cuando sales de tu zona de confort y te sumerges en nuevos proyectos. Llevo 20 años haciendo fallas y es lo que se hacer, pero tener que ir allí y aprenderlo todo, supone una experiencia increíble. Nos llevamos las manos de mucha gente al Burning Man y cada tornillo que pongamos ha costado mucho trabajarlo.
Lo difícil de este proyecto es que te vas de aquí sin ningún tipo de comunidad, debes generarlo todo de nuevo y te das cuenta lo complicado que es y la suerte que tienes de que aquí ya esta todo hecho.
Un proyecto que sin duda, hará que las fallas se den a conocer en todo el mundo y que hará que el nombre de Torrent viaje a más de 9.000 kilómetros de distancia. Esta iniciativa hará que la fiesta fallera se encuentre más cerca de conseguir el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.