Las guerras y su presencia en ‘La vida inventada de Godofredo Villa’

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Bajo un texto de Sònia Alejo y dirección de Xavier Puchades ‘La vida inventada de Godofredo Villa’ es algo más que la exposición vital de un personaje que ha vivido las traumáticas experiencias del exilio y las consecuencias de tres guerras, es también la proclama de un anciano que desde su condición anónima (e ideológica) intenta representar a quienes lucharon contra la opresión, el nazismo y el sometimiento fascista. Godofredo lo verbaliza: “Soy republicano, agnóstico y anarquista” y tras esos conceptos erige la construcción de su personalidad. La obra se basa en la vida del exiliado español Godofredo Villa, a quien la autora conoció en 2013, en Lyon (Francia), y cuyas vivencias sirvieron como plataforma para elaborar el texto dramático.

Con un acertado juego escénico y una escenografía bien sujeta a los intereses dramatúrgicos, dividida en dos espacios temporales (pasado y presente), el intercambio espacial permite con fluidez llevar al personaje a los diversos pasajes de su vida sin romper la unidad narrativa, dando un efecto de continuidad que hace avanzar el texto de forma muy ágil.

El actor Pep Ricart en la piel de Godofredo Villa.

Si bien Godofredo vindica su condición de hombre anónimo y ciudadano comprometido con causas libertarias y de marcada dignidad humana, no es menos cierto que el personaje reivindica y se siente identificado por la causa común y colectiva de quienes lucharon en pos de las libertades, y ése peso ideológico lo hace debatirse en contradicciones y dudas mostrando su lado más frágil y humano. Godofredo forma parte de una memoria histórica que requiere ser mirada, expuesta y para nada olvidada o marginada.

Su historia es tan ilustrativa como necesaria y se agradece que Sònia Alejo le diera voz en un juego ficcional donde la realidad pretende ganar un espacio que, por fortuna, es mínimo y la ‘ficción’ se toma sus libertades. Merecidos aplausos para Pep Ricart, Clara Crespo, Arantzazu Pastor y Àngel Figols por sus acertados trabajos interpretativos extensibles a la labor en dirección a Xavier Puchades. ‘La vida inventada de Godofredo Villa’, más allá de sus heridas de guerra, es una obra donde la ternura y la sonrisa también toman protagonismo entre la memoria personal y colectiva.

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