La Junta de Gobierno de Local de València aprobará este viernes adscribir el conjunto de alquerías situadas en la calle Olba, en el barrio de Marxalenes, a las concejalías de Servicios Sociales y de Participación Ciudadana y Acción Vecinal para que desarrollen dos proyectos: por un lado, un nuevo centro de atención diurna de inserción sociolaboral para adolescentes y jóvenes, lo que se conoce como escuela de segunda oportunidad, de 30 plazas y, por otra, un centro cívico para el barrio.
Respecto a la escuela de segunda oportunidad, la concejala de Servicios Sociales, Isabel Lozano ha explicado que las personas beneficiarias serán los niños, niñas, jóvenes y adolescentes propuestos por los equipos de atención primaria municipal del barrio, o bien que se deriven por la Administración de Justicia como medida judicial impuesta a una persona menor de edad.
Habrá dos modelos de atención, el diurno de apoyo convivencial y educativo, que atenderá a la infancia y la adolescencia hasta los 18 años, y el de atención diurna de inserción sociolaboral, que atenderá a adolescentes de 14 a 18 años y jóvenes hasta los 25 años que, en el período de transición a la vida independiente y autónoma, debido a la situación de vulnerabilidad y dependencia que sufren, requieren de una atención especializada.
Lozano ha indicado que “el centro llevará a cabo tareas para prevenir e intervenir en situaciones de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social o desamparo”. La edila ha añadido que “será un recurso destinado a proporcionar apoyo a las familias y favorecer la autonomía personal y la inclusión social de las niñas, niños y adolescentes, en las diferentes etapas de su ciclo vital”.
El centro dispondrá de 400 metros cuadrados y se estima un equipo profesional de alrededor de diez personas técnicas de las disciplinas de psicología, educación social, trabajo social, magisterio y maestros de taller, además de personal de administración y conserjería. El número de profesionales se ajustará a las ratios establecidos por la normativa para la cantidad de plazas finalmente autorizadas.
La concejala Isabel Lozano ha insistido en “la importancia de crear este tipo de centros que atienden a adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad, riesgo, desamparo o en conflicto con la ley y que les brindan apoyo psicosocial, educativo y de adquisición de aprendizajes y conocimientos básicos de oficios manuales”.