La noche de San Juan reúne a miles de personas en las playas de Alboraya y El Puig

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Las playas de Alboraya y El Puig se llenaron de gente dispuesta a disfrutar, un año más, de la noche de San Juan. Los municipios de l'Horta Nord celebraron la festividad del solsticio de verano con carreras populares infantiles, merienda saludable, cena de sobaquillo, payasos, música, hogueras...
Las fiestas de la playa Patacona de Alboraya, que se celebraron éste fin de semana con actividades como: carreras populares infantiles, merienda saludable, cena de sobaquillo, payasos, etc.... , se cerraron anoche con las actuaciones de Antenita y el resto de componentes de Peque Radio y "conta contes" a cargo de Rodamon Teatre, durante la tarde y el concierto organizado por Xufa Rok, que congregó a gran número de jóvenes.

Las zonas acotadas para las hogueras a lo largo de la playa se respetaron en general y todo el mundo pudo disfrutar de una noche de San Juan sin incidentes reseñables.

Los accesos en coche a la playa se carraron antes de las 9 de la noche, lo que evitó problemas de tráfico, y el bus municipal circuló entre las playas de Patacona, Port Saplaya y el casco tradicional hasta las 6 de la mañana. Durante la noche, se repartieron bolsas de basura en la zona joven para facilitar la recogida de envases, etc.

A partir de las 6 de la madrugada los operativos de limpieza se han puesto a trabajar dejando la arena de la playa y el paseo perfectamente limpios. Entre hoy y mañana se terminarán las labores de limpieza reforzada de las fiestas, pero se mantendrán operativos especiales de limpieza en los paseos durante todo el verano, empleando entre 12 y 14 personas en el paro desde hace tiempo y que han agotado las prestaciones.

En El Puig Se repartieron bocadillos a los asistentes y, como colofón a una bonita velada, se disparó un castillo de fuegos artificiales. Además, hubo actuación del grupo de batucada del municipio, Dakïtu.

Dakïtu cuenta con un grupo heterogéneo de personas de entre 14 a 55 años, bajo la batuta del profesor, director y gran percusionista Rubens Monasterio. Tocaron música influenciada por la cultura afro-brasileña e impregnada de la magia y el ritmo que caracterizan los carnavales brasileños de Salvador de Bahía. En definitiva, una velada cargada de belleza y música a ritmo de repiniques, surdos y cajas.

Como cada año, se puso a disposición de los mayores autobuses para trasladarlos del casco urbano a la playa.

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