La desobediencia del conseller Marzà a la justicia

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Parece ser que la moda imperante en estos momentos en este país llamado España, es la de no hacerle ni puto caso por la peña independentista y nacionalista de algunos de sus territorios, ni a la ley de Leyes como es nuestra Constitución, máximo exponente  jurídico de todo país que se considere democrático; ni por supuesto, como no podía ser de otra manera, a las sentencias emanadas de instancias judiciales superiores de otro rango, como puede ser el TSJCV.

Vaya por delante, para que no haya equívocos, que somos muchos los que aun  no teniendo hijos en edad escolar, no por eso dejamos pasar por alto la autentica tropelía e incluso tomadura de pelo, tanto a las asociaciones de padres como a gran parte de la  comunidad docente, orquestada y puesta en valor por ese portento de virtudes personales y académicas como es el actual conseller de Educación, Vicent Marzá.

Y digo esto, porque como ciudadano de a pie formado jurídicamente en una facultad de Derecho, lo primero que aprendí de mis maestros fue que las leyes y las sentencias están para cumplirse, pues de no ser así el Estado de Derecho se quedaría en un simple “chiste” donde cada uno haría lo que le saliera de sus reales e ilustres “cataplines”.

Por lo visto, en estos momentos, para muchos, Montesquieu, hace mucho tiempo dejo de existir a la vista de cómo digieren la división de poderes en un Estado de Derecho, como es el español. Y para ello, son muchos, igualmente, los maestros de la ”cosa judicial”, los que dentro de la división de poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, siempre han antepuesto, como no podía ser de otra manera, el poder Legislativo como autentico elaborador de toda ley por delante de los otros dos poderes. Ahora bien, posicionando siempre en segundo lugar al poder Judicial, como ejecutor de esas leyes a través de  sus sentencias. Quedando el poder  Ejecutivo,  como obediente aplicador de esas mismas leyes. Siendo así,  en este orden más o menos, la prelación natural que dispone y prevé nuestro Ordenamiento Jurídico.

Dicho lo cual, somos muchos los que no llegamos a entender, yo diría,  que la grosera desobediencia y hasta rebeldía comisionada sin ningún respeto, por este conseller creído que por mor de la fuerza y preeminencia que le da el llamado “pacto del Botánico”,  puede disponer, hacer y deshacer a su antojo en cuanto a la educación de los niños valencianos, ya no solo pasando de la legítima voluntad de los padres, como de una mayoría de la comunidad educativa,  así como incluso, de las propias sentencias de todo un Alto Tribunal como es el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, TSJCV.

Y yo me pregunto, ¿si al más mínimo atisbo de desobediencia a una sentencia de un Alto Tribunal como el TSJCV, a cualquiera de nosotros pobres mortales, se nos caería el pelo cayendo sobre nuestras cabezas todo el peso de la ley,  como es posible que este tipo de políticos parece ser que gocen de “bula Papal”, para hacer lo que les viene en  gana; practicando  sin ningún respeto ya no solo la desobediencia a la Justicia, sino una autentica  tomadura de pelo a la ciudadanía sin que la Fiscalía tome las medidas oportunas al respecto?

Causa estupor el ver que ante la disposición  del TSJCV, suspendiendo  cautelarmente el pasado 24 de mayo, el llamado “decreto Marza”, Programa de Educación Plurilingüe Dinámico,  este conseller en un autentico desafío  y, por lo visto, desprecio a la Justicia, se haya sacado de la manga un nuevo Decreto Ley aprobado el pasado 1 de septiembre, con la única idea de seguir toreando y esquivando los requerimientos judiciales durante otro año más. Todo ello, manteniendo en vilo y causando suma intranquilidad, en estos momentos, tanto a los padres como a los directores de los centros, que continúan  sin recibir  instrucciones claras  de cómo poder elegir un centro para sus hijos; cuales van a ser los libros de texto de este   curso; y como se van a respetar con arreglo a la sentencia los Programas Lingüísticos del Centro  en este curso que comienza.

Sinceramente, conociendo como conozco personalmente las grandes dosis de sentido político y, por supuesto, sentido común, del presidente de la Generalitat ,el socialista Ximo Puig, no me termino de explicar en que estará pensando ahora este buen hombre, cuando por momentos se le está encabronando mas y mas el patio tanto Judicial como político, a causa de los despropósitos cada día mas evidentes de un personaje como el conseller Marzá, más proclive a la imposición al más puro estilo “talibán”, de unas  tesis educativas un tanto “sui generis”, donde se prima totalmente al que piensa como él, dándole en cambio un puntapié en el epicentro de los “cataplines” a todos aquellos pobres mortales alejados de sus tesis divinas.

José Antonio Sorzano | @JoseSorzano | Periodista y abogado | Foro de Opinión José Luis Sampedro

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