José Ovejero: “En términos literarios la realidad está llena de ficción”

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José Ovejero tiene una larga y fecunda obra literaria compuesta por novela, poesía, teatro, cuento, ensayo y libros de viajes. Sus textos han recibido numerosos premios, entre ellos el Anagrama de ensayo (‘La ética de la crueldad’) y el Alfaguara de novela (‘La invención del amor’).

Tras la publicación de su novela ‘Humo’, Ovejero vuelve a la librerías con ‘Mientras estamos muertos’ (Páginas de espuma), en donde a modo de juego biográfico expone su particular visión del mundo y de la vida.

Ovejero elabora en su nueva novela un juego literario entre la biografía y la ficción.

Pregunta: Borges aseguraba que toda biografía y autobiografía debía leerse como una ficción. Para Cortázar la realidad era otra forma de la ficción. Debo confesar que leí ‘Mientras estamos muertos’, que manifiesta contener elementos autobiográficos, como una obra de ficción, ¿crees que acercarse a la vida de José Ovejero se lea como personaje ficcionado?

José Ovejero: (ríe) Sí, sí, estoy completamente de acuerdo con Borges. Creo que los pasajes vitales de una persona puedan ser interpretados como una ficción y…, haces muy bien en acercarte al libro desde esa perspectiva. Es verdad que hay que ponerle un orden a los hechos vividos pero no deja de estar sujetos a una subjetividad que permiten la irrupción de la ficción. También los errores, en el recuerdo, deben formar parte de la historia. Que existan en mi libro pasajes de mi propia experiencia no significa que esa realidad componga una ficción. Y…, en cuanto a Cortázar, pasando a la otra visión, creo que…, ponerse como personaje, de una manera explícita, es una forma de psicología pero también de sociología. Todos somos parte de una relación y todos somos parte de una sociedad. El juego ficcional está dentro de la realidad y es una forma de descomponerla para interpretarla y reconocerla, y desde ese punto de vista también creo que Cortázar acierta. Creo que en términos literarios la realidad está llena de ficción.

P.: El universo del personaje, e imagino que el tuyo propio al incluirlo en el texto, está muy pegado a la realidad social, al entorno familiar y social, ¿querías que este conflicto estuviera presente en cada relato?

J.O.: Sí, y…, quizás porque siempre, bueno…, no siempre, hice un poco todo lo contrario.  En más de una ocasión me han dicho “es que no eres un escritor español” porque…, tus referentes son otros. He ambientado muchos relatos en distintos países de América Latina, en varios países de Europa y…, creo que, de alguna manera, tiene más que ver con una decisión y con una evolución personal. Una especie de regreso y de reconocimiento del lugar del que vengo, de la clase social de la que procedo…, y parece que un viajero y un escritor no tienen clase pero, sí la tenemos. Estemos donde estemos y depende en qué burbuja nos movamos, sí la tenemos. Creo que fue algo natural y armónico de manifestar las preocupaciones a las que la vida te empuja.  No podía dejar atrás mis orígenes y mi procedencia.

P.: Tu escritura es muy prolija, muy limpia y muy trabajada. Tu obra se lee con mucha facilidad y uno descubre que hay mucho cuidado en la construcción literaria, ¿trabajas mucho la limpieza de tus textos?

J.O.: Creo que el lenguaje tiene que ver con el placer artesanal. La creación es trabajo artístico pero también artesanal y de mimo. A mí me interesa, la disfruto y…, sobre todo me parece importante que para quien te lee… Mira, ya que citamos a Cortázar me viene a la memoria cuando decía que cuando te leen la persona debe estar dentro de la historia, debe sentirla y…, eso lo combino con un trabajo de elipsis, de no contar todo, y tiene que ver con que nunca sabemos que opinan los demás, nunca sabemos que piensan los demás y esa combinación de elipsis, de silencio, y de trabajo del lenguaje, a mí me parece muy importante  en la labor literaria. Y tengo que confesar que una de las grandes influencias literarias en mi juventud fue Julio Cortázar del que después, como es lógico, tomé distancia a medida que fui encontrando mi propia voz literaria.

P.: Si bien ‘Mientras estamos muertos’ es una novela, su construcción a base de relatos da la sensación que pueden leerse de manera autónoma pero…, en sí misma es una novela concatenada de historias. Yo, al menos, la leí como una novela, ¿son cuentos que componen una novela o una novela seccionada por cuentos?

Imagen promocional del libro.

J.O.: (ríe) Te confieso que esa indefinición de género está bien  y te permite leer de distintas maneras la obra. Puedes leer cada relato como tal, pero al mismo tiempo va dejando ese pozo de la novela. Un periodista me preguntó por qué no había escrito una novela y le respondí que la novela estaba ahí, la novela está dentro sin necesidad de añadirle nada.

P.: Cuento y novela se confunden para crear una realidad ficcionada, lo cual permite volver al tema de la verdad sobre el componente autobiográfico.

J.O.: Sí, das en un punto interesante. Creo que la verdad no existe, ya que cada uno tiene una versión o una interpretación de la verdad, siempre hay un pequeño ejercicio de ficción que es inevitable al ordenar el mundo con palabras. Es un tipo de juego que me atrae como escritor.

P.: José Ovejero, gracias por acercarnos al universo de tu nuevo libro y te deseamos mucho éxito con él.

J.O.: Gracias a vosotros y ha sido un placer. Un saludo.

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