Se cumplen este jueves 12 años -que se dice pronto- desde que se paralizó la obra de construcción del nuevo Mestalla. Desde entonces, una mole de hormigón ha ido transformándose en un grotesco símbolo de lo que cada vez parece más un callejón sin salida.
El alcalde de València, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y regidora de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, no han dejado pasar tan ingrata ocasión y se han referido al doloroso y hasta sangrante tema insistiendo, una vez más, en que es ya imprescindible que el Valencia CF “mueva ficha”. Ya no caben excusas ni moratorias o plazos y, tal y como ha señalado Sandra Gómez, al club tiene que cumplir sin dilación con el “compromiso que tiene de acabar el nuevo estadio de fútbol”.
La vicealcaldesa ha considerado, de hecho, que ahora que se cumplen 12 años de la paralización de las obras del nuevo Mestalla, “es un buen momento para recordar la deuda y el compromiso que adquirió la dirección del club con la ciudad y su afición”. Unas declaraciones que ha reafirmado el alcalde, Joan Ribó, quien reclama algún paso concreto por parte del Valencia CF para que “podamos creer que realmente quiere avanzar”.
“El Valencia es un club que no se entiende sin su afición y sin el apoyo que le ha dado siempre esta ciudad para que sea un proyecto deportivo que nos represente tanto en el ámbito nacional como internacional con orgullo”, ha señalado la vicealcaldesa, para quien “la propiedad del club tiene que comprometerse con devolver a esta ciudad todo el apoyo que ha recibido”.
En este sentido, ha reclamado “la finalización de las obras del Nou Mestalla tras doce años de parálisis”. “Ha habido tiempo más que suficiente para trabajar y acabar las obras. No hemos vuelto a saber nada desde el inicio del curso político”, ha advertido, y ha recordado que la actual dirección del club asumió un compromiso con la ciudad.
“Tras 12 años de paralización ha habido tiempo más que suficiente para ponerse a trabajar, para dar alguna señal de vida”, ha aseverado, y ha señalaado que desde la reunión que mantuvieron el club y el Ayuntamiento “han pasado meses más que suficientes para cumplir los mínimos acuerdos y requisitos”.
Sandra Gómez ha hecho hincapié en que la dirección del Valencia tiene “un compromiso no solo jurídico, también moral y ético con la ciudad de València”. Por ello, ha afirmado que “terminar el Nou Mestalla no es algo en beneficio del Ayuntamiento, sino de la ciudad, y especialmente de su afición que quiere ver jugar a su club en un estadio en condiciones, con dignidad y que quiere dejar de ver cómo el Nou Mestalla sigue siendo una especie de monumento a la mala gestión deportiva que el club sufrió durante unos años”.