Ante la muerte de un ser humano, sea del partido que fuere, posiblemente de ansiedad, pena, tristeza y abandono, no cabe ninguna justificación posible como para negarle ese minuto de silencio en señal simplemente de respeto hacia el finado que corresponda.
Si bien disto muy mucho de estar de acuerdo con los postulados defendidos por la ex alcaldesa de Valencia como de su partido el PP, los últimos y nefastos acontecimientos sobrevenidos después de su fallecimiento, no hacen sino que mi grado de indignación llegue al máximo, viendo como algunos de esos entes ‘mesiánicos’ y ‘sabelotodo’ pertenecientes a la nueva casta, como Pablo Iglesias, busque nuevamente unos minutos de foco mediático, esta vez a costa de montar un pollo por un solo minuto de silencio y respeto en el Congreso, hacia una parlamentaria igual que el.
Sinceramente, cualquiera puede tener un mal día, incluso por haber pasado una mala noche en compañía de la parienta correspondiente, pero el respeto a los muertos, tanto como a los niños y los ancianos, es una costumbre ancestral e incluso tribal que se viene practicando de una manera natural desde el principio de los tiempos y el mundo es mundo. Y digo esto, porque igualmente estaría expresando lo mismo en el caso de que el óbito hubiera recaído en cualquier podemita “compadre” de los señores Iglesias o Errejón.
No por contravenir por sistema los principios mínimos de Humanidad, a si como el catalogo de normas políticas o de convivencia social, para así obtener la fácil atención del ‘foco’, se es mas ‘macho’, mas líder o se tiene más razón. Lo ocurrido en el Congreso de los Diputados, con la huida del ‘Podemismo’ ante el minuto de silencio como muestra de respeto hacia la senadora, Rita Barbera, me parece uno de los más chuscos e indignantes despropósitos de esta legislatura, protagonizado por ese personaje y adláteres que pretenden regir los destinos de España. Mostrando una vez más su catadura humana, cívica y moral, adornada de ese lenguaje 'profesoral' y de manual, donde siempre pretenden mezclar las churras con las merinas o el culo con las témporas, como si el resto del ‘paisanaje’ fuéramos una panda de tontos del haba.
Pero si bien los señores Iglesias, Errejón y Cía., montaron esa especie de circo mediático, a cuenta de una difunta, a los que ya nos tienen acostumbrados, con la Bescansa, dando de mamar a teta suelta y descubierta a su tierno bebe; a Pablo Iglesias marreándose en la boca profusa y soviéticamente a lo Brezhnev, con un compañero en el centro del Hemiciclo; o bien atribuyendo como suministrador de cal viva a Felipe González, lo que está claro es que esta vez se ha pasado cuatro pueblos, cuando no ha tenido la mas mínima sensibilidad a la hora de guardar un solo minuto de respeto hacia una difunta compañera suya de la Cámara Alta, como es el Senado.
Todo ello, tengo que apuntar aquí, a diferencia de la posición humana, cívica y políticamente correcta de todos los partidos, así como de sus compañeros de Podemos tanto en las Cortes Valencianas, encabezados por el sindico, Antonio Montiel, como por este mismo grupo en el ayuntamiento de Valencia, que en todo momento han mostrado una posición exquisita junto a la mantenida especialmente por el actual alcalde de Compromis, Joan Ribo, que sin ningún tipo de empacho o problema ha puesto todo el ayuntamiento a disposición de aquellos valencianos que han querido honrar la memoria de la ex alcaldesa, en un autentico acto de ‘señorío político’.
Pero si todo esto último es grave, creo que lo más grave aun ha sido el autentico desprecio y dislate protagonizado por los nuevos chicos del PP, atacando y negándole el saludo a Rita Barbera, como si fuera una apestada que hubiera cometido un crimen de lesa Patria o Humanidad, o se hubiera robado todo el oro del Banco de España. Olvidándose estos ‘pollitos de la gaviota pepera’, sin entrar a valorar el fondo de la imputación de Rita, fuera por mil euros o por un millón, que ellos están donde están gracias en gran parte a Rita Barbera, como fundadora del Partido Popular. Vamos, un autentico icono de este partido y, por tanto, de la 'derechona' carpetovetónica española.
Y es por eso, por lo que indigna hasta la saciedad el ver ahora una vez muerta, el ’hipocrita plañiderismo’ ejercido con lagrimas de cocodrilo viudo, por aquellos mismos ‘gaviotos’ que, en su día, dijeron sin cortarse un duro que hasta sentían nauseas de ella, y que ahora con más cara que espalda pretenden echarle las culpas también y como siempre a la pérfida prensa. Cuando el verdadero motivo para descabalgarla del partido que ella misma había fundado, sin haber sido sentenciada en firme por la Justicia ni una sola vez, era simplemente por la exigencia de Albert Rivera de Ciudadanos , de que la expulsaran previamente del PP, para así poder firmar el pacto de investidura de Rajoy.
Una exigencia innegociable de Rivera que por fin se consumó y, que por otro lado, no deja de causar perplejidad cuando más del 60% de los prebostes y mandamases de esta formación naranja, en su día fueron también compañeros y grandes admiradores de Rita en el PP, ya que todos ellos provienen directamente del los mismos nidos emplumados de la ‘Gaviota Pepera’. He ahí los ejemplos del delegado territorial y sub delegados de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Emilio Argueso, Juan Córdoba, Emigdio Tormo y otros. Por lo tanto, llegados a este punto, no sé si toda la tramoya montada por estos chicos a cuenta de Rita, es para echarse a llorar o bien revolcarse de la risa.
En fin, lo que está claro es que todos pusieron su gota de veneno para matarla y ella sola se murió de pena, soledad y desconcierto por el espurio abandono de los mismos suyos, comenzando por su ‘amigo’ y compañero del alma, Mariano Rajoy.
José Antonio Sorzano | @JoseSorzano | Periodista y abogado | Foro de Opinión Salvador de Madariaga