Al igual que ‘L’electe’, desde L’Horta Teatre ponen su punto de mira sobre el poder (económico, social, familiar…); así 'Els Villalonga' (ahora mismo en el Teatre Talía), se presenta como una ácida y divertida comedia (firmada por Ramon Madaula y adaptada para el público valenciano por Juli Disla), que se adentra en los problemas de una ficticia familia burguesa valenciana, desde el entretenimiento, poniendo el dedo en la llaga allí donde el peso de la tradición, el conservadurismo y el apellido juegan un papel fundamental tanto en el ámbito familiar como socio-económico. Bajo las laborares interpretativas de Alfred Picó (siempre impecable en su papel de patriarca familiar), Lucía Poveda y Bruno Tamarit, 'Els Villalonga' despliega todo un repertorio de temas sobre las sagas familiares y su posicionamiento en la imagen social y…, donde ‘lo financiero’ tiene su correspondencia con el ‘patricio’ apellido que abrigan.
Esta pieza de Madaula saca petróleo de las contradicciones de los miembros que componen la familia cuando la llegada de un nuevo miembro al seno familiar de Paco Villalonga (el notable cabeza de familia), no piensa consentir de ninguna forma que su legado, en este caso su apellido, no se perpetúe por la caprichosa decisión de su consentida hija Anna, y de su yerno Pau.
Ya no solo se trata de la visión sobre lo que supone subvertir la identidad familiar; el choque generacional (Anna y Pau representan a jóvenes progres y lejanos al inmovilismo), el sentido del poder, el peso social…, son tratados con acierto y elevado dosis de humor en el texto y pone sobre la mesa las invisibles fuerzas que juegan en los entramados de una rancia familia que sabe acomodarse a los tiempos y que…, sabe salir airosa de las situaciones. Ante el peso de la institución familiar, Anna y Pau entienden el significado y el resultado que supone ser un Villalonga (todo principio ético y moral también se modifica en aras de una vida más cómoda).
Con un montaje y una dirección limpia sobre la escena (Carles Sanjaime dirige con mucho acierto la obra y el espacio escénico), el trío protagonista destaca en sus trabajo (especialmente Picó), convirtiendo ‘Els Villalonga’ en una mordaz comedia que no cae en elementos trillados ni recursos textuales agotados. Mucho humor y una interesante reflexión pasea con solidez por esta entretenida pieza que el público aplaudió con ganas.
