El Museu Comarcal de l'Horta Sud acoge un proyecto piloto que pretende ayudar a enfermos de alzhéimer con sus colecciones

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Identidad, sentimientos y sociabilidad son algunos de los valores que promueve el innovador proyecto Acompañando desarrollado en el Museu Comarcal de l’Horta Sud. Se trata de un programa pionero en nuestro territorio, que supone la interactuación entre las colecciones propias del museo y los asistentes a los talleres, enfermos de alzheimer, con una finalidad educativa y lúdica.

El contacto con el patrimonio etnológico provoca una ligazón con su experiencia de vida particular que ayuda a no perder su identidad. A lo largo de estos meses han formado parte de este proyecto piloto colectivos como las Tyrius de Torrent; el Grupo de Memoria de la Parroquia Sagrada Familia de Torrent, que trabaja con un grupo de feligresas con problemas de memoria; residentes del Centro de Mayores de Quart de Poblet, integrantes del programa de reminiscencia que se desarrolla en esta localidad; o la asociación COTLAS de València, con un importante número de voluntarios que trabaja con enfermos de alzhéimer, entre otros colectivos. Todos ellos han formado parte activa del programa desarrollado en el Museu Comarcal, así como en su evaluación.

“Apostamos por un modelo de museo social donde las colecciones estén al servicio de las personas y no al revés”, asegura Carlos Fernández Bielsa, presidente del consorcio del Museu Comarcal de l’Horta Sud, que integran la Mancomunitat Intermunicipal de l’Horta Sud, l’Ajuntament de Torrent, la Fundación Horta Sud y Caixa Rural Torrent. En esta misma línea, la entidad museística comarcal cuenta con el taller La memoria de los objetos que este año se ha complementado con este innovador proyecto.

El público objetivo de este programa piloto han sido, mayoritariamente, las personas enfermas de alzhéimer, entre otros colectivos con trastornos mentales degenerativos. Según el informe de 2016 de la Sociedad Española de Neurología (SEN) entre 800.000 y 1.000.000 de personas padecen alzhéimer en nuestro país. Las previsiones para 2050 son más negativas y se calcula que el envejecimiento de la población duplicará las cifras de afectados por esta enfermedad.

El incremento de la esperanza de vida lleva aparejada una serie de necesidades educativas y de ocio activo para las personas en esa franja de edad. Unas posibilidades que se reducen drásticamente cuando hablamos de mayores afectados por enfermedades mentales degenerativas. Para ese colectivo, precisamente, enfocó Rafael Monzó Casañ su Trabajo de Fin de Grado (TFG) en la titulación de Pedagogía de la Universitat de València que ha desarrollado en el Museu Comarcal.

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