El Ayuntamiento está trabajando en un Plan Integral para remodelar y adecuar el museo de la Almoina. Es por eso, que la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, ha presentado las actuaciones ya realizadas y que se están llevando a cabo en estos momentos, que son tres: la reparación de los aparatos audiovisuales, que finalizó ayer; una remodelación museográfica, que está en marcha; y el informe técnico para identificar las problemáticas estructurales del edificio y hacer propuestas de resolución. La regidora ha explicado que "la idea de dignificar este espacio es importante en la ciudad, ya que es el espacio arqueológico más importante que narra la historia fundacional de la ciudad de València, por lo que requiere nuestra atención".
La concejala ha puntualizado que los principales problemas son: "el funcionamiento incorrecto de los aparatos audiovisuales, un proyecto museográfico mal concebido y, por último, el problema estructural de la obra". Es por todo esto que el 14 de agosto se decidió dejar de cobrar la entrada a causa de los "malos servicios que se estaban ofreciendo", ha añadido Tello.
La primera actuación, que hace referencia a la reparación de los aparatos audiovisuales, se ha llevado a cabo tras una dinámica de reparación constante desde la inauguración del centro. Este trabajo finalizó ayer y ha tenido unos costes de 8.000 euros. En este proyecto se han reparado las pantallas del sótano y la principal de la entrada, "ya que las demás eran irreparables por su tecnología obsoleta", ha explicado Tello. Es por esto, que "la semana que viene el museo ya abrirá con normalidad cobrando entrada", ha añadido.
Por otra parte, la segunda medida de este plan trata de un proyecto de remodelación museográfico con el fin de hacer un nuevo discurso desde este espacio expositivo, "ya que se consideran caducos algunas de los contenidos y de la tecnología con la que contaba", ha indicado la regidora. Es por esto, que el pasado 10 de octubre se aprobó este proyecto que está llevando a cabo Dani Nebot, con el fin de diseñar un nuevo discurso expositivo para ampliar y complementar la información. Por otra parte, la edila ha recordado que "cuando se inauguró el museo solo se pensó en hacer visitas guiadas y eso hizo que la información fuera muy escasa, al poco tiempo se amplió la información pero no era suficiente".
Por último, la tercera solución trata de un informe técnico desde el punto de vista de la ingeniería y de la arquitectura, con la finalidad de detectar los problemas estructurales del museo, además de proponer soluciones y estudiar si es necesaria una reforma. Aunque el principal problema que se identifica es la lámina de agua, también se contempla la intervención en el ascensor de la Almoina para cerrarlo "a causa del deterioro que está sufriendo por problemas externos como, por ejemplo, la caída de bebida cuando se hace botellón", ha comunicado la concejala.
Según ha explicado Tello, "este es un edificio que arrastra problemas desde el primer día de su construcción, ya que en 2009 empezaron a detectarse problemas en los contenidos, dispositivos audiovisuales y la infraestructura, y además, en 2010 se detectaron problemas en la lámina de agua". Además, la regidora ha añadido que cuando empezó en el Gobierno, «el centro estaba sin dirección y sin gestión y ,por otra parte, la gestión ordinaria y diaria del museo se hacía por los funcionarios del servicio de Patrimonio Histórico que no podían dedicar todo su tiempo porque también gestionan otros espacios».