El acusado de matar a su suegro en Torrent, decapitarlo y tirarlo a un pantano acepta 4 años de prisión

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El hombre acusado de matar en junio de 2009 al padre de su pareja en Torrent, decapitarlo y lanzarlo al agua con ladrillos en el pantano del Regajo, en el municipio castellonense de Jérica, con el objeto de que no flotase, aceptó hoy en la Audiencia de Valencia cumplir una pena de cuatro años de prisión, tal y como solicitaba el ministerio fiscal.
El hombre, mayor de edad y sin antecedentes penales, se conformó con esta pena en un jurado popular que tuvo lugar esta mañana en la Audiencia de Valencia por un delito de homicidio, con la circunstancia eximente incompleta de trastorno mental transitorio, y con la atenuante de confesión.

El suceso se registró el 1 de junio de 2009, día en que la pareja acudió al domicilio del padre de ella, ubicado en la urbanización El Pantano de Torrent, con el objeto de realizarle unas curas en unas heridas que tenía en las piernas. Ambos iban acompañados, en todo momento, por su hijo, de tres años y disminuido psíquico.

Una vez allí, la mujer entró a la vivienda y se dirigió al dormitorio, donde se encontraba su padre. Mientras tanto, su pareja se quedó en el exterior, junto a su hijo, ya que no quería mantener contacto con su suegro, pero tampoco quería que su pareja fuera sola al domicilio.

De repente, se oyeron unos gritos que provenían del interior de la vivienda, y luego el hombre observó a su compañera desnuda de cintura para arriba, quien era perseguida por su padre, que solo llevaba puestos unos calzoncillos. .

Fue en ese momento cuando el hombre, preso de su estado de gran excitación que determinó una alteración de los sentimientos y emociones que limitaron su capacidad volitiva, cogió un palo que se encontró, y golpeó a su suegro en repetidas ocasiones en la cabeza, lo que le produjo la muerte.

Momentos más tarde, le cortó la cabeza y las manos, y las metió en una bolsa de plástico. Después las enterró en cal viva en un desvío del Camino de la Pedrera, junto a las vías del AVE, las cuales fueron localizadas.

El 3 de enero, el hombre alquiló una furgoneta en Beniparrell (Valencia) y se trasladó al domicilio de la víctima, donde la envolvió en unas mantas y la metió en el vehículo, tapada con un colchón. Mientras tanto, su pareja se encontraba en el exterior de la vivienda, acompañada de su hijo. Posteriormente, se trasladaron nuevamente a Albal, donde dejaron estacionada la furgoneta en una explanada cercana a su domicilio, ya que tenía que volver a viajar por motivos profesionales.

En la tarde del día 5, se fueron a Castellón, donde tiraron el cadáver al pantano del Regajo, en Jérica, atado con ladrillos en los pies para que actuaran como lastre y evitar que saliera a la superficie, algo que no consiguieron, ya que el día 7 fue localizado flotando en la superficie, a unos 10 metros de la orilla.

El 8 de junio se personó el hombre, junto a su letrado, ante la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Valencia, donde confesó los hechos, se arrepintió y colaboró con la justicia.


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