Agentes de la Policía Nacional han detenido en Xirivella a un hombre de 27 años, de origen español, como presunto autor de dos delitos de robo con fuerza cometidos en el transcurso de un mes en dos salones de juego, uno en Alaquás y otro en Torrent, tras al parecer abrir unas máquinas electrónicas con una llave y apoderarse de unos 3.500 euros.
La llave utilizada, al parecer, la habría conseguido durante los 10 días que trabajó en una empresa de mantenimiento de máquinas y la entregó a los policías y fue intervenida. El sospechoso presuntamente accedía a los establecimientos, a los que tenía prohibido la entrada, engañando a las empleadas.
Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los agentes que se habían producido diversos robos con fuerza en máquinas electrónicas en dos salones de juego de Alaquás y Torrent, en las que no se apreciaba ningún síntoma de forzamiento.
Durante las investigaciones, los policías averiguaron que cuando el propietario de uno de los establecimientos fue a hacer el recuento de las máquinas, se percató que en una había un descuadre de unos 1.300 euros por lo que se puso en contacto con la empresa de mantenimiento de las mismas.
En el transcurso de las investigaciones, los agentes averiguaron que en la citada empresa había estado trabajando un hombre durante unos 10 días, en el período en el que se habían cometido los robos, que al parecer se podría haber hecho con una llave de las que abre las máquinas, así como que éste había estado en el establecimiento el día en el que ocurrió el descuadre.
Continuando con las investigaciones, los policías tuvieron conocimiento que en otro salón de juego de Torrent habían ocurrido hechos similares a los del anterior pero en tres días diferentes, sustrayendo unos 2.200 euros.
Los agentes averiguaron la identidad del sospechoso, así como que éste tenía prohibida la entrada a los establecimientos y que al parecer se valía del engaño para acceder a los mismos.
Modus operandi
Los agentes averiguaron que el modus operandi que utilizaba consistía en introducir en una máquina unos 1.000 euros, para después apenas jugar una pequeña cantidad, y a continuación le pedía a la empleada que le devolviese el dinero introducido y no jugado. Seguidamente, deambulaba por el establecimiento y cuando nadie lo veía abría la máquina con la llave sustraída y recuperaba su dinero más el que ya hubiese. Al día siguiente cuando hacían el recuento, la máquina estaba vacía y no presentaba ningún síntoma de forzamiento.
Como consecuencia de las investigaciones, los policías detuvieron al sospechoso que hizo entrega a los agentes de la llave sustraída con la que abrió los cajetines de las máquinas.
El detenido, con antecedentes policiales, tras ser oído en declaración fue puesto en libertad, no sin antes ser advertido de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando para ello fuese requerido.