"Con la ropa de las Olimpiadas vamos a parecer las azafatas de Singapour Airlines". Así se refirió a la tenista de Torrent, Anabel Medina, en su cuenta de twitter a la equipación que la delegación olímpica lucirá en los Juegos Olímpicos y que ha sido objeto de debate desde que se dio a conocer el primer boceto.
Medina no ha sido la única que ha criticado en las redes sociales las prendas definitivas que la firma Bosco Sport ha confeccionado para los deportistas españoles. "¡Qué vergüenza!" (Ruth Beitia) o "Nadie se va a perder en la villa" (José Javier Hombrados) son algunas de las críticas que le han llovido al uniforme español por parte de los deportistas.
La ropa diseñada por la marca de origen ruso, que también se encargará de los uniformes de Rusia y Ucrania, ha provocados las 'mofas' de muchos deportistas españoles en redes sociales. Los mensajes de mofa por la red y las críticas tanto por el 'look' de los diseños como por el hecho de que se trata de una marca rusa y no española la que ha confeccionado la vestimenta proliferan en las redes sociales.
Tras la polémica, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, salió en defensa de la decisión de escoger a Bosco Sports días atrás argumentando que "la operación, económicamente, es irreprochable. Que el diseño a alguien le haya gustado más o menos, eso ya no lo puedo discutir". Sobre el hecho de que la marca que vista a España sea nacional, Blanco dijo: "Dime una marca española que esté entre las 10 mejores del mundo en el deporte. Nos volvemos locos aquí, pero a Francia la viste Adidas. Esta polémica no puede ser real".
Los precios de los uniformes españoles oscilan entre los 38 euros el traje de baño y los pantalones cortos hasta los 140 la chaqueta y los tejanos. Se trata de camisetas con estampados barrocos, de un estilo estridente y muy lejano a las elegantes piezas de Ralph Lauren para Estados Unidos, Armani y Prada para Italia o Stella McCartney para Gran Bretaña.
