Las buenas intenciones para crear sinergias en el área metropolitana de Valencia –escenificadas con reuniones para la llegada de la EMT a Mislata, Alboraya o Paterna o para que las bicicletas del área metropolitana tengan una bancada en Valencia- quedaron ayer trastocadas con la elección de los presidentes de las dos únicas entidades metropolitanas que sobreviven en Valencia: la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (Emtre) y la Entidad de Servicios Hidráulicos (Emshi).
La idea de la comarca de l’Horta de aupar al alcalde socialista de Albal, Ramón Marí, al cargo de presidente de la Emshi – no en vano fue él quien destapó y denunció la trama que se juzga aún en los tribunales de Valencia- se topó con el acuerdo entre PSPV y Compromís de la ciudad de Valencia para acaparar los dos cargos.
Marí, y por ende todos los miembros del plenario que forman parte de l’Horta, se encontró con que ambas entidades estarán presididas por concejales del Ayuntamiento de Valencia: Pilar Soriano, regidora de Medio Ambiente por Compromís, dirigirá los designios de la Emtre, mientras por la otra, Vicent Sarrià, edil del Ciclo Integral del Agua por el PSPV, tomará las riendas de la Emshi.
La decisión no gustó a los alcaldes del área metropolitana que aseguraron a Hortanoticias que una regla no escrita hablaba de una presidencia para Valencia y otra para el área metropolitana, al menos desde la llegada de Enrique Crespo a la presidencia del Emshi, por lo que los nombramientos “no han sentado bien pero nadie quiere armar lío”.
Alguno alcaldes considera que el proyecto de recuperar un ente metropolitano es “muy importante para todos y no queremos que haya problemas para su configuración pero las formas elegidas para imponer una presidencia no son las más adecuadas. Han tomado una decisión pero ahora deben de ser conscientes de que es necesario articular correctamente todo para que haya un reparto justo entre los alcaldes porque si no el proyecto del gran ente metropolitano nacerá viciado”