Un camarero de Alaquàs y una joven en paro de Mislata, protagonistas de la Casa de Cristal

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De entre más de mil postulantes, han sido finalmente dos jóvenes de la comarca, Mila y David, los elegidos para habitar la Casa de Cristal instalada en Valencia y exponer, así, su vida al público y a las cámaras las 24 horas durante 33 días, una iniciativa pionera en Europa dotada con un suculento premio de 20.000 euros.
El primero de los habitantes en entrar a la casa fue David Nofuentes, camarero de 23 años procedente de Alaquàs, que tendrá que compartir sofá cama con Milagros Ortega, mislatera de 20 años actualmente en paro.

Los dos jóvenes no se conocían de antemano, aunque según fuentes de la organización, David se fijó en Mila durante los castings y llegó a pedir, sin éxito, su número de teléfono a la organización. A partir de ahora, la convivencia les proporcionará a ambos la oportunidad de conocerse en profundidad.

Por el momento, parece que es Mila quien lleva la iniciativa en la casa, mostrándose mucho más habladora que David. No en vano, sus allegados la calificaban después de que entrara a la casa este jueves como una chica “alocada, sincera y con carácter”.

Una vez hechas las presentaciones, los dos jóvenes se emplearon a fondo en conocer los 18 metros cuadrados de 'vivienda' en la que pasarán las próximas 792 horas. A diferencia de lo que ocurre en 'realities' como 'Gran Hermano', la Casa de Cristal cuenta con una única sala compuesta por un sofá-cama, una mesa, dos silla, un mueble-cómoda y una cocina equipada con frigorífico, lavadora, microondas y otros utensilios necesarios en el día a día.

La ducha y el servicio son los dos únicos compartimentos diferenciados y semicubiertos, para proteger la intimidad de los concursantes.

Pruebas diarias y asistencia psicológica

Sin embargo, para conseguir los ingredientes necesarios para cocinar los jóvenes tendrán que superar las pruebas diarias marcadas por la organización, que les permitirán, además, disfrutar de 'privilegios' como horas de televisión, de teléfono, internet o prensa.

Asimismo, los dos participantes cuentan con asistencia médica y psicológica constante por si se vieran abrumados en algún momento por la expectación generada. Si, a pesar de todo, alguno de los dos decidiera abandonar la casa, los dos quedarían fuera del concurso, que comenzaría de nuevo para una nueva pareja 'reserva'.

Los que sí permanecerán en la casa durante todo el concurso, si nada se tuerce, son dos peces que la organización ha introducido en la casa y que pretenden despertar el instinto de responsabilidad de Mila y David.

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