El Ayuntamiento de Quart de Poblet celebró ayer el acto de entrega del XIV Premio de Ciencias Sociales y Humanas Amador Griñó i Guzmán, que ha recaído en Rafael Valldecabres Rodrigo por su obra Dos còdexs de l’arxiu de Poblet sobre san Vicent i Quart, elegido como mejor trabajo en valenciano, y en Paula Honrubia García, por El Patrimonio Hidráulico de Quart de Poblet. Identificación y descripción, considerado por el jurado el mejor trabajo presentado en castellano.
La concejala Cristina Mora destacó en el acto que “este certamen es una fuerte apuesta por nuestra cultura, por nuestra historia y el conocimiento de nuestras raíces mantenida en el tiempo por el Ayuntamiento desde 1989. El premio tiene carácter bienal y recoge las mejores monografías y trabajos de investigación del ámbito local en ciencias sociales y humanas cómo son la Geografía, Antropología, Arqueología, Historia, Economía, Sociología y Derecho. El Ayuntamiento publica la obra ganadora el año siguiente en la entrega del galardón, fomentando de esta forma el crecimiento del fondo documental local”.
Rafael Valldecabres, ganador de otras dos ediciones de este premio, es licenciado en Matemáticas por la Universitat de València, licenciado en Geografía e Historia por la Universitat de València, ingeniero técnico en Informática de Gestión por la Universidad de Granada y Graduado en Psicología por la UNED. En la actualidad es profesor de Matemáticas en el IES Mediterránea de Benidorm.
Dos còdexs de l’arxiu de Poblet sobre sant Vicent i Quart es la transcripción de dos códices, procedentes del Monasterio de Poblet que, tras la desamortización de Mendizábal permanecieron en la Aduana de Tarragona en pésimas condiciones y pasaron posteriormente al Archivo Histórico Nacional, donde se conservan. Se trata de “dos instrumentos descriptores del contenido de los cajones 28 y 29 de los armarios del archivo de Poblet, donde la abadía cisterciense guardaba la documentación importante de su priorato de San Vicente de Valencia, señores de los lugares de Quart y Aldaia”, tal como explica el autor.
Los libros reflejan, por tanto, “la visión que tenía Poblet de su monasterio valenciano de San Vicente y de sus vasallos de Quart en época foral”. El autor sostiene que todo apunta a que fueron copiados en catalán a mediados del siglo XVIII por el monje archivero en papel de calidad y con una excelente caligrafía que facilita la lectura. Se encuentran en perfecto estado de conservación.
Las referencias que contienen arrancan momentos antes de la Conquista por parte de Jaume I y llegan al siglo XVIII. Encontramos reflejados hechos trascendentes como el momento en que Jaume I, estando en el sitio de Xátiva el 7 de enero de 1244, se encomienda a Dios, la Virgen María y sant Vicent, y “en remedio de su alma y la de sus parientes”, hace donación al hospital de Sant Vicent y a su prior del castillo y lugar de Quart, la alquería de “Ladaia” (Aldaia) y el diezmo de las rentas de la Albufera, incluida su sal. También al otorgamiento de Carta de Población por parte del abad Ponç de Copons a 54 “cabezas de familia” cristianos, procedentes de Aragón y Cataluña, con el objetivo de propagar la fe cristiana entre los musulmanes que permanecían en el término, tras la expulsión de los más “revoltosos e inquietantes”.
Por su parte, Paula Honrubia es licenciada en Historia del Arte, diplomada en Turismo y máster en Patrimonio Cultural. Actualmente está desarrollando una beca en la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento, que dirige Maite Ibáñez. Su obra premiada también es su primera publicación y, tal como señaló la alcaldesa el día que le notificó el premio, "llega en un momento muy oportuno para Quart de Poblet, puesto que estamos trabajando en un proyecto de turismo local, en el cual pretendemos poner en valor la conocida como Ruta del Agua, que vertebra y visibiliza parte de nuestro patrimonio hidráulico”.
El libro premiado es un trabajo muy documentado donde se recogen en fichas explicativas hasta 53 elementos patrimoniales del municipio ligados al agua y, especialmente, a la huerta y a la actividad agrícola. No deja pasar la oportunidad de adentrarse en un análisis de la Huerta como seña de identidad de la Comunidad Valenciana y también como elemento de paisaje cultural.
Esta obra deja constancia de los bienes patrimoniales visibles, pero también de los que ya no se ven para que permanezcan en la memoria porque, como destacó la autora, “uno de los objetivos de este trabajo es tomar conciencia de lo importante que es preservar este patrimonio para las generaciones futuras”.
En la clasificación tipológica de los elementos encontramos azudes (Quart-Benáger-Faitanar, Mislata, Rascaña, Favara, Repartiment), depósitos (Cisterna, calle Trafalgar y calle Ermita), partidores (san Onofre, santa Cecilia, Moros y Francs), molinos (Real, de la Vila, Animeta, Estrella y San Rafael), pozos (Virgen de la Luz, Virgen del Olivar, san Francisco de Paula, Virgen de la Victoria, san Onofre, el de la calle Trece Rosas y de San Antonio) y otros (Acueducto dels Arquets, lavadero y puente de Quart). Algunos no están en término de Quart pero tienen una incidencia importante en el municipio.