Sé que me equivoco

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Una de las frases más acertadas del siglo XX la parió el dibujante uruguayo Hermenegildo Sábat: “una persona inteligente se recupera pronto de un fracaso, una persona mediocre jamás se recupera de un triunfo”. Lo de Madrid es un golpe serio para la izquierda. Y no hay que refugiarse en supuestas singularidades sociológicas.

En verdad, poco importa si la capital del país bascula más a la derecha que cualquier otra parte del territorio. La magnitud de las cifras nos indica que ha habido desconexión con el electorado. Sabíamos del cansancio pandémico de la población y sabíamos que en estos momentos a la gente le sobra la refriega política y le falta casi todo lo demás.

Ingenuamente nos hemos dejado arrastrar al terreno de la confrontación, un campo abonado para charlatanes y candidatos sin escrúpulos. Elegimos mal el campo de batalla, poco más cabe decir. Ahora toca levantarse y volver a andar, como tantas otras veces.

Es legítimo celebrar los triunfos electorales, como lo es revestirlos de una interpretación ajustada a tus intereses. Mas no conviene regodearse excesivamente en ellos ya que su elixir se torna veneno al consumirlo sin medida. El Partido Popular necesitaba un revulsivo, no tanto para su anhelada consolidación como alternativa de gobierno sino para desprenderse del tufo derrotista que le acompañaba desde la caída de Rajoy. Su victoria en Madrid es incontestable.

Pero querer asentar un cambio de ciclo sobre la figura de Díaz Ayuso supone estirar el chicle más de la cuenta. No me corresponde a mí indicar caminos ajenos, si bien sería oportuno que el principal partido de la oposición aprovechase el éxito para consolidar su identidad democrática, marcar distancia con la ultraderecha, contribuir a la pacificación de la política y remar de una vez a favor del bien común. Sin complejos.

No hay que perder de vista el impulso económico que va a recibir España a partir de este mismo año. Tenemos un potencial enorme de crecimiento y no debiéramos dilapidarlo en las luchas de poder. Europa no lo aceptará. En Madrid no ha vencido una buena gestión autonómica sino una implacable oposición al gobierno de Pedro Sánchez.

Aún con un discurso engañoso y simplón, el electorado le ha concedido a la derecha la amplia mayoría que demandaba. Quiero pensar que no se interpretará ese fabuloso caudal de votos como un aval para seguir a la contra de cuanto hace y dice La Moncloa. Aunque sé que me equivoco.

Michel Montaner | alcalde de Xirivella y diputado del PSPV en les Corts | @MichelMontaner ]

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