Escribe Enric Llopis en su libro 'La batalla de l'Horta', que la unión hace la fuerza: “Sols no podem, però tots junts sí”, fue la consigna movilizadora de la asociación Salvem l'Horta de Vera-Alboraia, cuando la huerta de Alboraia se veía amenazada por el afán especulativo del Partido Popular que estaba dispuesto a arrasar nuestro pulmón a cambio de beneficiar a unos cuantos empresarios en el estallido del boom urbanístico.
Finalmente, la aventura de Manuel Álvaro convertido en alcalde/empresario y de su mano derecha, Mamen Peris, hoy liderando Ciudadanos, logró pararse, eso sí, dejando a Alboraia sumida en un lodazal de deuda prácticamente impagable.
Nuevas amenazas se ciernen sobre nuestro territorio: ampliaciones de autovías sin sentido, acceso norte al puerto para poder inundar el mercado Europeo de productos chinos y que en nada beneficia a los valencianos, túneles subterráneos bajo mar. Todo ello en beneficio de los de siempre, respaldados por políticos títeres que, por un puñado de euros, bailarán al son que estos marquen y en detrimento de quienes tienen que hacer malabares para sobrevivir de un campo al que cada vez se le ponen más trabas en el camino ya no solo por los bajos precios a los que se ven obligados a vender la cosecha, marcados por las grandes empresas en un mercado caníbal con el pequeño productor, sino también por aquellos que con su voto a favor o con su abstención en Europa, han herido de muerte al cítrico valenciano, favoreciendo a la naranja y la mandarina extranjeras.
A día de hoy es imprescindible recordar ese 'Sols no podem, però tots junts sí', porque nos lo jugamos todo para salvar nuestro territorio de la especulación, sin olvidarnos de hacer autocrítica, ya que en ocasiones, desde la izquierda, sumidos en una vorágine de buenas intenciones, no hemos contado suficientemente con el actor principal: el agricultor, que es quien sufre en su campo y en sus carnes todo este devenir de mega infraestructuras que pueden arruinar muchas vidas, como sucedió no hace tanto en La Punta.
No podemos permitirnos que sigan degradando la huerta y el modo de vida de quien desde muy niño lo ha dado todo por la tierra, siendo heredero del esfuerzo de múltiples generaciones que, no sin sacrificio, lograron vivir de la tierra y que en ella encontraron refugio en los pasajes más duros de nuestra historia, refugio al que no podremos recurrir en un futuro si permitimos que los especuladores materialicen sus pelotazos inmobiliarios. Ellos argumentan que lo más rentable es plantar pilares y a corto plazo, para la generación presente, podría ser cierto, pero los pilares no alimentarán a nuestros nietos.
No subestimemos la capacidad seductora de Don Dinero, ni la distraída moralidad de quienes depende la toma de decisiones sobre nuestro suelo. Recuperemos el espíritu de La Punta, de L'Horta del Pouet, de L'Horta de Alboraia… demos alternativas porque las necesitamos pero siempre de la mano del llaurador, de quien sufre las consecuencias hasta el punto de tener que abandonarlo todo y cerrar con llave toda una vida.
No lamentemos mañana lo que podemos impedir hoy. La batalla de l'Horta será dura pero no olvidemos que “(…) hi haurà un dia que no podrem més i llavors ho podrem tot“.
[ Marta Martín | Concejala y portavoz EUPV Alboraia. Coordinadora comarcal de EUPV en Horta Nord | @MartaMartnMorn ]