Deriva política y antiambiental del gobierno de Godella

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El pasado jueves 28 de julio el salón de plenos de Godella se llenó de gente. Sólo había un punto conflictivo para tratar: el problema de los trabajadores municipales que lleva más de 10 años sin solucionarse.

Aun así la sala rebosaba: los usuarios afectados por la desatención de los servicios sociales llevan varios meses acudiendo porque no se resuelven sus quejas, personas que sienten que los problemas no se abordan, gente de todas la edades que incluso estaba de pie y con pancartas de ”Salvem la Torreta. NO AL PAI”. Sí, porque en el orden del día estaba previsto incluir la aprobación de este proyecto -destructor del medio ambiente y ejemplo de la cultura del ladrillazo- pero que al final no se puso alegando excusas de tramitación. Y el vecindario a pesar de su retirada, acudió al pleno a mostrar su rechazo a esta actuación.

La Torreta del Pirata es un paraje natural de bosque mediterráneo de cerca de 150.000m2 que desde 2002 está intentando ser urbanizado. En el plan general de 1990 se declaró zona urbanizable y desde que promotores urbanísticos se interesaron en construir allí, las facilidades dadas por los distintos gobiernos de uno y otro cariz político, no hizo sino modificar las normas establecidas para construir más viviendas, llegando casi a duplicar las previsiones. Ahora son ya 450 las previstas. Hablamos de un aumento estimado de población de un 15% sobre la actual población de Godella. Es como si en Valencia se aprobara un PAI de 47.000 viviendas para 140.000 personas.  Con la crisis se paralizó el proyecto y después de un par de intentos de caducar el PAI, en 2020 se decide continuar.

En estos 30 años las cosas han cambiado mucho: vivimos en emergencia climática, crisis económica por la guerra, incertidumbre social y nuevas enfermedades que han llegado hasta nosotros porque “la civilización” ha dejado sin sus hábitats naturales a determinadas especies animales con las que hemos entrado en contacto. Y en estos 30 años además, estos espacios inicialmente de agricultura de secano y de matorral bajo y vegetación escasa se han convertido en zonas boscosas que albergan especies animales y vegetales muy valiosas  de vertebrados, invertebrados y plantas autóctonas.

La Torreta en concreto es un puente y un corredor ecológico y de biodiversidad entre las protegidas “Moles” de Paterna y el paraje natural de la Bonaigua de Rocafort. Es una continuidad del parque natural del Turia con la sierra Calderona y forma parte de un cinturón verde metropolitano alrededor de la capital que cobra más importancia, aun, por su rol de amortiguador verde con la ampliación del by-pass en esa zona. Retomar un PAI después de estar paralizado durante 18 años en plena crisis económica y de emergencia climática, ha motivado recursos, quejas, movilización y protestas, noticias en prensa, libros y publicaciones sobre su valor ecológico, exposiciones visitadas por más de 2 mil alumnos de las escuelas del pueblo, y 4 mil firmas pidiendo su paralización y una consulta popular.

Este atentado contra el territorio (no es el primero) ha provocado una reacción de la ciudadanía de Godella como nunca se había visto hasta ahora, ni siquiera con la expropiación del parque de la Devesa que condenaba al ayuntamiento a pagar a la congregación del Sagrado Corazón 17 millones en lugar de los 180.000€ iniciales. Nadie se acuerda, pero ahí está, cerrado y abandonado. Poco rédito político tuvo esa desfachatez de negociación que no fue más que una cesión de 9.000m2 para no tener que pagar tanto. El colegio privado se quedó con unas pistas estupendas que ni siquiera las puede disfrutar la ciudadanía que las ha pagado y el parque no se abre porque en caso de incendio los bomberos no pueden pasar por el camino. Esa fue la “estupenda negociación del parque”.

Pero esa lección “de dejar en el cajón” los problemas no fue aprendida y la movilización social por el PAI de la Torreta -por más que les preocupa por su posible impacto electoral dado el rechazo vecinal que genera- no ha servido, de momento, para frenar esta aberración urbanística, social y ambiental. Primero con buenas palabras, ahora ya proclamando abiertamente que “hago lo que me da la gana” y que “la decisión tomada por el grupo de gobierno es la de ejecutar este PAI”, han decidido destruir el paraje sin esperar los contenidos a las alegaciones en su contra ni la respuesta del recurso judicial pendiente.

Contra este comportamiento, se pidió por los asistentes al pleno municipal la dimisión del concejal de urbanismo, cuya retirada de esa competencia a la alcaldesa ya había solicitado Unides Podem-EU hace más de un año en una moción sobradamente razonada.

“Es vergonzoso que en estos tiempos de concienciación institucional y ciudadana por la protección ambiental, cuando sufrimos olas de calor que se mantienen en el tiempo, cuando las principales instituciones mundiales, europeas y españolas recomiendan renaturalizar las ciudades, crear islas verdes y arboladas por todas partes para mitigar el aumento de la temperatura, un gobierno que se autoproclama progresista haya decidido arrasar sin contemplaciones uno de los muy pocos parajes de bosque mediterráneo que quedan en el pueblo. El más grande, el más necesario, el de más valor ecológico y el que está en la memoria de la mayoría de la población.”

PSOE y Compromis gobiernan en un pacto de “cada uno a lo suyo”. Actual alcaldía del PSOE y competencias en urbanismo de Compromis en los últimos 7 años. En minoría, pero tienen a Cs que les vota para todas estas políticas cuando hace falta.

Lo que ocurre en urbanismo es un paradigma de cómo mienten los partidos en época de elecciones para conseguir el poder. Compromis anunciaba que si gobernaba paralizaría el PAI de la Torreta: ahora es su mayor defensor. Un partido que tiene cargos de responsabilidad en la Secretaría Autonómica de Protección del Territorio, que dirige  la Conselleria de la que depende la lucha contra el cambio climático, que está en contra de la ampliación del puerto de Valencia, en contra de la ampliación del by-pass, en contra de los  macroparques eólicos y solares que amenazan lugares valiosos de territorio, que se opuso a la variante de Pedralba, que defendió Les Moles de Paterna contra la especulación urbanística… ¿Qué le pasa en Godella a ese partido?

El PSOE tiene las competencias en Medioambiente y también la Alcaldía, como desgraciadamente vemos en temas como la ampliación del puerto de Valencia parece que el ambiente que le gusta es el del ladrillo y el asfalto, algo que ya demostró los años en que urbanismo dependía de ellos y que a nivel autonómico y estatal lo deja bien claro.

Con esos antecedentes no podía tardar mucho en ocurrir lo del pasado jueves. La ciudadanía se movilizó de nuevo y asistió masivamente al pleno.  Estuvo correcta en sus comentarios y acertada en sus preguntas, tanto, que varias quedaron sin respuesta. Y es que hay preguntas que no se pueden responder. Por eso es mejor hacer vídeos defendiendo urbanizar ahora lo que no se iba a hacer nunca, entrevistas que valoran en cifras astronómicas no justificadas lo que costaría dar marcha atrás, o sacar al día siguiente del pleno un artículo en prensa del concejal de urbanismo, “explicando algunas cosas” que no pudo o no supo explicar cuando le preguntaron los vecinos el día anterior.

A PSOE y Compromis en Godella ya no les cree nadie. Se están dando cuenta de que la cosa no pinta nada bien. No consiguen ya convencer a la gente de su incompetencia y la gente se ha cansado de esperas, de excusas, de tergiversaciones, de políticas antiambientales y de promesas que nunca se cumplen. La olla explotó y con razón. Demasiado ha tardado.

Pero los riesgos siguen vigentes. Perseveran con la urbanización de la Torre del Pirata y con arrasar con el paraje natural, no escuchan la voz de la ciudadanía y le hacen el trabajo sucio al PP que, callado, espera a que le entreguen un PAI  de hace 20 años en la mano, ejecutado y sin desgaste para ellos. Con las máquinas habiendo arrasado el bosque que hoy todos y todas disfrutamos y con él, se les entregue también el gobierno de Godella. Incumplir los compromisos, hacer lo contrario de lo que se había `prometido cuando se era oposición, suele pagarse caro en las urnas. Pero aún estamos a tiempo de salvar el territorio. Nada se ha hecho que sea irreversible. Este PAI de la Torre del Pirata es un anacronismo, lo era también hace 20 años

O llevamos el ecologismo a las instituciones o nos quedamos en manos del Covid, de la viruela del mono, la gripe aviar y todo lo que nos llegue desde una naturaleza que nos protegía y que ya no tenemos porque la estamos arrasando. Es cuestión de supervivencia, pero en ningún caso de dinero. Cuando se ha necesitado el dinero aparece, ya sea para rescates bancarios, de autopìstas o de empresas mal gestionadas. Ahora, en tiempos de emergencia ambiental y climática ese mismo dinero debe aparecer para salvar nuestros últimos territorios valiosos. Los que nos permitirán tener ciudades y pueblos vivibles y saludables.

[ Irene Ferré | Concejala de Unides Podem-EU Ayto. de Godella | @FdeFerre ]

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