El ayuntamiento de Mislata fue de los primeros ayuntamientos de España en abrir los comedores escolares en verano. Lo hizo por primera vez hace tres años y, desde entonces, la actividad se ha repetido cada vez que han llegado las vacaciones, no sólo las de verano, sino también las de Navidad o Semana Santa.
Desde entonces, según explica el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, el comedor social de emergencia ha ido evolucionando hasta convertirse en "una escuela de verano más, porque todos los niños y niñas de Mislata no sólo tienen que tener cubiertas sus necesidades nutricionales, también tienen derecho a pasárselo bien".
El servicio se prestará en el colegio El Cid durante los meses de julio, agosto y septiembre y se beneficiarán unos 150 escolares de Educación Infantil y Primaria de Mislata. Se trata de los niños y niñas de las familias con menos recursos económicos, los mismos que durante el curso escolar disfrutan de la beca municipal de comedor.
El departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento ya ha tramitado todas las solicitudes y el día 25 de junio celebrará una reunión con todas las familias beneficiarias del programa.
Como siempre, el servicio incluirá tres comidas al día, ya que además del menú que se servirá en el comedor, los niños se llevarán a casa una bolsa con la merienda y otra para el desayuno del día siguiente. Leche, zumos, tostadas, mantequilla, mermelada y bocadillos conformarán estos dos packs adicionales que los escolares se llevarán diariamente a sus casas.
Además, para evitar el estigma que puede provocar en los más pequeños el hecho de que sus padres los lleven a comer a un comedor social, el servicio cuenta con actividades de ocio y tiempo libre. Este año, por primera vez, los niños entrarán a las 10:30 horas y el objetivo es que disfruten de la mañana jugando con sus compañeros y participando en diferentes actividades de animación supervisadas por monitores especializados.