Las numerosas disputas vecinales 'obligan' a la Policía Local a crear un servicio de mediación en este tipo de conflictos

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La Policía Local de Rafelbunyol ha puesto en marcha un servicio de mediación en conflictos vecinales con el objetivo de ayudar a resolver los posibles problemas de convivencia. La iniciativa ya está en funcionamiento desde principios de mes, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
El consistorio ha explicado que son "muy numerosos" los casos que llegan a la Policía sobre molestias ocasionadas por música, ruidos en viviendas, animales o discusiones en comunidades de vecinos, que son atendidas "aún cuando no exista una normativa concreta que las regule o sea de competencia policial".

La problemática que se ha "acrecentado en los últimos tiempos", por lo que, amparada en las funciones otorgadas por la Ley de Cuerpos de Seguridad de 1986, la Policía Local de Rafelbunyol ha decidido poner en marcha esta iniciativa que intenta "mediar entre los implicados para resolver los conflictos privados existentes antes de llegar a sancionar por ordenanzas o remitir a los interesados a interponer denuncia ante el juzgado".

Este Servicio de Mediación parte de experiencias en otros municipios de gran población con una "eficacia de resolución de problemas superior al 80 por ciento de los casos atendidos, complementando así los servicios judiciales disponibles".

La Policía Local de Rafelbunyol viene desarrolla estas funciones "desde hace tiempo", pero ahora se dota de "una mayor estructuración del servicio ofertado, haciéndose cargo del mismo dos funcionarios de policía destinados a atender los casos que lleguen por registro de entrada al Ayuntamiento".

El objetivo es formar a toda la plantilla como mediadores a largo plazo y aumentar el número de agentes destinados a este fin dentro del programa de Policía Comunitaria de este Cuerpo Municipal.

El procedimiento comienza cuando se recibe una queja o reclamación por parte de un ciudadano. En ese momento, se comprueba que se trata de un conflicto privado en el que la Policía Local no actúa de oficio y que puede ser susceptible de mediación policial. Si es así, un agente se pone en contacto con el reclamante para ofrecerle el servicio.

En caso de que el reclamante lo acepte voluntariamente se abre una ficha de trabajo. Posteriormente se contacta con la otra parte, telefónicamente o citándola en dependencias municipales para explicar la situación de la queja que le afecta y buscar una posible solución que pueda solucionar el problema. Si se llega a un compromiso por parte de quien origina el problema, se informa al reclamante del compromiso adquirido ante la policía y si éste lo acepta, se finaliza el proceso de mediación.

Concedido un plazo de tiempo oportuno, la policía se pone en contacto con el reclamante para comprobar que la queja originaria ha sido solventada por lo que se procedería a cerrar el expediente abierto. En caso contrario, se informaría al reclamante de las acciones que pueden seguirse para defender sus intereses.

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