La segunda jornada de eliminación de Masterchef 4 fue especialmente complicada para Esmeralda, concursante de Massalfassar, que fue una de las tres candidatas a marcharse del concurso gastronómico.
Esmeralda, que se metió en la prueba de eliminación casi por propia voluntad tras la de eliminación, en la que no estuvo nada lucida con el postre, estuvo a punto de irse a la calle. Sus cigalas estilo thai fueron rebautizadas por Jordi Cruz como ‘cigalas en el lodo’.
Y estuvieron a punto de ser así de no ser porque Salva, el concurso alicantino, presentó un plato con bogavante y camarones en el que la tortilla fue sustituida por pan y que recibió las críticas del jurado y la consiguiente expulsión.
Esmeralda también se encontró que el otro de los nominados a la expulsión, Angel, tampoco se lució con su carpaccio de cigalas.
Finalmente Salva fue el eliminado y Esmeralda y Ángel, el valenciano que trabajó de friegaplatos en Londres, se salvaron hasta el próximo programa.