La espectacular Entrada Mora culmina un día con sabor a ‘arròs amb fesols i naps’

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La Entrada Mora llegó ayer a las Fiestas de Mislata convertida ya en una de las citas más esperadas por la ciudadanía. Anoche, ante la mirada de miles de vecinos que llenaron el recorrido desde el colegio del Cid hasta la Plaza de la Constitución, Mislata celebró su tradicional Entrada Mora, un espectáculo de enorme colorido y vistosidad.
Aunque los moros de Mislata no incluyen batallas ni trabucos, este acto consigue levantar cada año una gran expectación para disfrutar de un desfile donde los majestuosos y ostentosos trajes recrean los uniformes de gala de la época mora. Alrededor de las ocho de la tarde, las 16 filaes que participaban este año se concentraron en el colegio El Cid para iniciar un desfile de más de dos horas de duración al ritmo de la música mora, acabando con la clásica entrada en la Plaza de la Constitución hasta las puertas del Ayuntamiento.

Este año desfilaron en la entrada los clavarios del Cristo, la comparsa Manzil-Ata, la falla del Sur, la de Doctor Marañón, los profesional del Centro de Salud de Mislata, la peña Hotia Pum Pum y la Clavaría de Nuestra Señora de los Ángeles, organizadores del acto, que con cinco filaes fueron un año más el colectivo más numeroso. Todos ellos, unidos a un grupo de bailarinas y a las distintas formaciones musicales repartidos a lo largo de la comitiva, desfilaron por unas calles abarrotadas de público.

Sin embargo, la entrada no fue el único acto multitudinario del martes, ya que al mediodía fueron también muchos los mislateros que se dieron cita en la Plaza Constitución para cumplir con otra de las clásicas degustaciones gastronómicas de las Fiestas.

Si el lunes fueron los clavarios del Cristo quienes organizaron la paella gigante, el martes fueron los de los Ángeles los encargados de organizar una degustación de ‘arròs amb fesols i naps’, uno de los guisos por excelencia de la tradición gastronómica valenciana. Durante toda la mañana, diez grandes calderas con una capacidad para alrededor de 200 raciones se fueron cocinando a leña en la Plaza Constitución ante la atenta mirada de vecinos y curiosos.

Y alrededor de las dos de la tarde, la plaza se convirtió en un hervidero de gente para recoger sus raciones de este tradicional manjar valenciano elaborado a base de carne de cerdo y ternera, alubias, arroz y nabo, entre otros ingredientes.

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