‘La caravana de les flors’ llega hasta San Miguel de los Reyes con 4 únicas funciones

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Las celebraciones de El Orgullo que hacen de junio uno de los meses más arcoíris del año, tendrán una parada en el claustro de San Miguel de los Reyes que del 9 al 12 de junio ofrece cuatro exclusivas representaciones de ‘La caravana de les flors’, una producción de Bramant Teatre para la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana.

Demostrando que toda transición es posible y para acoger el estreno absoluto de este espectáculo lleno de alegría y color, se transforma en un teatro al aire libre lo que en otro tiempo fue una cárcel, donde podían ir a parar quienes infringieran la ley de vagos y maleantes de la dictadura franquista, simplemente por su orientación o identidad sexual.

Cartel del espectáculo.

Entonces, los acusados de ser ‘maricones’, ‘lesbianas’ o ‘travestis’ se enfrentaban a penas de prisión; mientras que ahora las nuevas generaciones luchan por salir de la opresión de un nombre, un apelativo que les clasifica, habitualmente, por oposición binaria: hombre frente a mujer, homosexual frente a heterosexual.

Cornellés supervisa el ensayo del evento. (Foto-Nerea Coll).

De la evolución en la lucha y de las nuevas formas, más fluidas, de enfrentarse a la relación con los demás y con uno mismo habla este espectáculo, fruto de una investigación que incluye la propia experiencia del grupo de artistas y que llevó a Guadalupe Sáez  (coautora del texto junto a Jerónimo Cornelles, quien también dirige la pieza) a darse cuenta de que, como heterosexual CIS género, jamás había tenido que luchar por ser quien era.

“No tenía que explicar que me gustara el sexo opuesto o me identificaba con los atributos sexuales asignados al nacer, ese camino lo tenía hecho. En cambio, estas personas, tienen que justificarse, aguantar insultos, miradas, discriminaciones o injusticias, simplemente por ser quienes son. Hay datos tan aplastantes como que cerca del 80% de las mujeres transexuales está en paro durante todo el año”, comenta la dramaturga.

Mientras que Cornellés destaca la generosidad y valentía de un elenco que, “además de subir a un escenario a hablar de algo tan privado, también se enfrenta al reto de tocar disciplinas que no son su fuerte”, recordando que el espectáculo es coral y multidisciplinar, “esto es una fiesta donde todo el mundo hace de todo”.

La belleza de la diversidad y el realismo de la autoficción

Sobre un escenario instalado en el centro del claustro, el público encuentra una caravana, referencia al carro y a los antiguos camiones donde viajaba La Barraca, el grupo de teatro ambulante que montaron Federico García Lorca y Eduardo Ugarte para llevar las artes escénicas a pequeños pueblos durante la Segunda República. Una iniciativa truncada por la guerra civil española que ha inspirado este espectáculo.

Ensayo de 'La caravana de les flors'. (Foto-Nerea Coll).

De ella desciende una troupe formada por ocho jóvenes que visten tops con transparencias, cinturones de varias vueltas, vestidos de lentejuelas, tacones de escándalo, elegantes americanas… su aspecto es tan variado como su belleza o su identidad y hay especialistas en danzas urbanas, música, poesía, interpretación…

Aprovechando la diversidad de talentos y la frescura del joven elenco, la comedia va reflejando las vivencias y reflexiones de las nuevas generaciones del colectivo, si se sienten referentes o cómo creen que deben ser las próximas fases de la lucha por la igualdad de derechos. Y las escenas teatrales se alternan con la proyección en una gran pantalla móvil de testimonios audiovisuales de miembros del grupo Gent Gran de LAMBDA. Un contraste generacional que “ayuda a tomar conciencia de lo que han hecho quienes nos precedieron y de lo que todavía está por hacer”, señala el coautor y director del espectáculo.

Lorca sube a ‘La caravana de les flors’

El viaje de esta caravana llena de orgullo, humor, realismo y algunas sorpresas arranca con el estreno absoluto del próximo 9 de junio. A las 22:00 horas, el claustro de Sant Miguel de los Reyes va a acoger, hasta el 12 de junio, cuatro exclusivas funciones de esta producción de Bramant Teatre para la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la GVA.

El apoyo del departamento que dirige Carmen Amoraga ha sido decisivo para que lo que habitualmente queda en los márgenes, ocupe el centro de un conjunto arquitectónico patrimonial tan cargado de significado como el antiguo monasterio y más tarde prisión, hoy transformado en un espacio cultural. El propósito de abrirse a este tipo de colaboraciones es “fortalecer los sectores culturales y hacer más libre, solidaria y justa a la ciudadanía”, en palabras de la Directora General de Cultura y Patrimonio de la GVA.

Con un aforo de unas 160 personas, ya se han puesto a disposición del público las invitaciones para disfrutar gratuitamente del espectáculo a través de la plataforma online Eventbrite. Y después vendrá una gira por la Comunitat Valenciana en la que, al igual que La Barraca, los tripulantes de La caravana de les flors esperan tener la ocasión de difundir su mensaje en diversos municipios.

La influencia de Lorca está presente tanto en la premisa del espectáculo como a lo largo de su representación. Versos y canciones del icónico poeta se cuelan entre otras referencias culturales como el filósofo francés Paul B Preciado, los ballrooms donde nació el baile Vogue que popularizó Madonna o los juguetes de Playmobil. Un universo rico y fértil, donde cabe desde la emoción a la reflexión, desde la Historia a la anécdota; en el que la pluma, la lentejuela, la lágrima y la risa se complementan para homenajear a todos los ausentes, pero también a los presentes.

La voz de las flores

Arriba, de izquierda a derecha Víctor Mula, Liz Dust, Raisha Cosima y Mire Muñoz. Abajo, de izquierda a derecha Elsa Moreno, Javi Nadal, Saphira Cosima y Candela Mora.

Raisha Cosima y Saphira Cosima son especialistas en baile Vogue. Para la primera, que cambió el karate por la danza e imparte sus conocimientos viajando por toda Europa, participar en esta obra le reta a superar “esos miedos que te hacen sentir tan inválida para la sociedad”. Mientras que la segunda aspira a hacer tangible que las personas como ella existen “y, sólo por eso, ya se nos tiene que aceptar”.

Candela Mora, que trabaja con la interpretación actoral y tiene formación en baile, música y voz, cree que siempre se ha tildado de diferentes a quienes conforman el colectivo, cuando la realidad es que “cada persona, en tanto que individuo, es diferente”. Una opinión que comparte Elsa Moreno, quien practica la poesía y la danza contemporánea desde muy temprano porque sentía que la gente solo la veía cuando bailaba. Y ahora que ha crecido piensa que es necesario “dejar de darle voz a partidos y personas abiertamente LGTBIfóbicas como si fuera una opinión más, igual de respetable”.

También se integra en el elenco el actor Javi Nadal, a quien le gustaría que esta obra ayudara a ver que “pertenecer al colectivo también puede ser una comedia”. En tanto que Víctor Mula desarrolla bailes urbanos y aspira a transmitir que “no hay una forma incorrecta de ser tú mismo, lo incorrecto es ocultarse y temer expresarse”.

Para Mire Muñoz, saxofonista y percusionista profesional, el colectivo visibiliza hoy en día su demanda de libertad más abiertamente “a través de las conductas, el lenguaje o, en este caso, el arte. Pero seguimos sintiendo cierto peligro social a la hora de exponernos”. Y completa el plantel de intérpretes Liz Dust, travesti, actriz, performer, además de humanista con una carrera en la investigación universitaria, quien considera que la obra llega “en un momento clave, de mayor insistencia y, en definitiva, de lucha para avanzar en políticas sociales más inclusivas”.

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