Responsables de Fundación Exit en la Comunidad Valenciana presentaron ayer a la Junta Directiva de Asivalco el proyecto piloto Coachpyme que la próxima primavera pretenden implantar en un máximo de 25 empresas. El presidente de la Asociación de Empresarios de Fuente del Jarro, Santiago Salvador, agradeció a la Fundación en nombre de la Junta Directiva que hayan contado con Asivalco para el desarrollo de esta experiencia.
El objetivo del Proyecto Coachpyme es orientar y motivar a jóvenes en riesgo de exclusión social para que continúen estudiando, desde la realidad de la empresa. Las experiencias previas celebradas en otras ciudades de España, en las que han participado 493 jóvenes en 55 empresas, indican que el 93 % de los participantes tienen la intención de seguir estudiando tras la experiencia y un 88 % establece un objetivo profesional. Además, el 81 % aprueba el curso ese año, el 92 % mejora su autoestima y el 91 % conoce cómo funciona la empresa por dentro.
Para llevar a cabo con éxito la experiencia, la Fundación Exit contacta con empresas socialmente responsables que quieran participar en la iniciativa. Los empleados de estas reciben formación en técnicas de ‘coaching’ y ‘mentorig’, y ejercerán de ‘coach’ de los jóvenes durante los dos meses de duración del proyecto. “Los empleados voluntarios tendrán ante sí una experiencia y reto innovador, que les llevará a la mejora de sus competencias profesionales y vinculación con la empresa a través de una acción de Responsabilidad Social tangible”, señalan los responsables del proyecto.
Además de las empresas, es clave la participación de Institutos de Secundaria que derivan a los alumnos. El perfil del estudiante debe ser de edades comprendidas entre 16 y 19 años, motivado por hacer “algo” aunque sin saber el “qué”. Desorientado y con poca información de la realidad del mercado laboral y con baja o nula experiencia. Respecto al nivel formativo, estudios primarios o secundarios no finalizados e incluso casos de fracaso escolar o abandono por incorporación al mercado de trabajo. La situación familiar oscila desde el tipo “normalizada” pero con conductas de riesgo a familia “desestructurada” en un contexto multiproblemático o incluso aquellos que están en centros de protección o con itinerario de emancipación en solitario.
Por lo que respecta al ‘coach’ o mentor, deberá ser un cargo intermedio de la empresa colaboradora, una persona motivada por su trabajo y su sector y a ser posible con capacidad comunicativa. Se requiere un alto conocimiento de la empresa y los departamentos que la forman y con un nivel de responsabilidad suficiente para poder moverse por los distintos departamentos de la organización y ser capaz de involucrar a sus compañeros.