El director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo ha calificado el anuncio del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, de que se liberalizará la AP-7 cuando termine su concesión en 2019 como "una excelente noticia para los valencianos porque pone fin a una larga reivindicación de la Comunitat y de este Consell".
Como ha recordado Domingo, tanto el presidente de la Generalitat Ximo Puig como la consellera María José Salvador, "han reivindicado con fuerza desde que llegaron al gobierno en 2015, y a través de la Agenda Valencia de Infraestructuras, una autopista AP-7 libre y gratuita, así como una serie de conexiones desde los municipios valencianos a la Red General del Estado que nos permitirá racionalizar las inversiones y evitar duplicidades".
En este sentido, el director general ha reprochado al anterior el haber mantenido "la ambigüedad sobre el futuro de la autopista, lo que indicaba la nula voluntad política de poner fin al peaje y al agravio que padecemos los valencianos y valencianas".
Para Domingo, como consecuencia de los 50 años que ha durado la concesión de la autopista de peaje, "la AP-7 ya está totalmente amortizada" y ha incidido en que "la hemos pagado y repagado muchísimas veces". En este sentido, ha valorado positivamente la decisión del Ministerio porque, como ha señalado "la Comunitat Valenciana necesita bajar los costes del transporte para ser un territorio más competitivo".
Asimismo, el director general ha destacado que la liberalización de la autopista también es "una cuestión de equidad, puesto que queremos que todos los españoles tengan el mismo trato" y ha recordado que la Comunitat Valenciana "es la tercera comunidad con más autopistas de peaje de España". "No es posible que unos territorios tengan autopistas y autovías libres y gratuitas y otros, como los valencianos, tenemos una AP-7 pagada todos los días, en todos sus viajes, por los usuarios".
Pero sobre todo, ha añadido, "al tener la AP-7 de peaje, el Estado ha invertido muy poco durante muchos años en la N340 y en la N332, que son dos de las carreteras más peligrosas de España con problemas de seguridad y de congestión. Solo hay que pensar las travesías de Oliva y de la Safor y de Altea y de la Marina", ha concluido.