El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Paterna, Juan Antonio Sagredo ha criticado al alcalde, Lorenzo Agustí, por gastar “millones de euros en la Zona Franca y no pagar ni uno sólo para la Escuela Infantil La Coma”. Sagredo ha realizado esta consideración después de conocer que, según el estudio económico municipal, el aporte económico que realizará el Ayuntamiento para la prestación de los servicios educativos y de comedor de este centro infantil será finalmente de cero euros.
El portavoz socialista ha indicado también que, mientras que en años anteriores, sólo pagaban escolaridades aquellos alumnos que no tenían informe de servicios sociales, a partir del próximo mes de septiembre, todos los alumnos matriculados en la escuela infantil tendrán que pagar mensualmente de 150 a 280 euros al mes, en función de la edad, más 48 euros si utilizan el servicio de comedor, 26 euros el servicio matinal y otros 26 euros el servicio vespertino.
Ante estos precios públicos, Juan Antonio Sagredo ha alertado de que, incluso aplicándoles las bonificaciones que concede la Conselleria a través de los bonos de escolarización, la cuota resultante supera como mínimo los 120 euros mensuales, una cuantía “escandalosa” e “inasumible” para la mayoría de las familias que viven en este barrio de acción preferente.
“No se pueden ofrecer servicios públicos a precios privados”, ha reprochado el portavoz socialista a Lorenzo Agustí, que ha reclamado al alcalde que haga los cálculos pensando en la realidad socioeconómica de las familias.
El dirigente socialista también ha recordado que su grupo ha reivindicado constantemente la continuidad de esta escuela infantil y ha criticado que el alcalde haya esperado hasta el último momento para decidir sobre su futuro, pero al mismo tiempo ha reclamado que este servicio se preste a unos precios adaptados a las circunstancias de sus alumnos.
Por último, Sagredo ha recriminado a Agustí que su única preocupación sobre la continuidad de la Escuela Infantil municipal del Barrio de la Coma sea solamente de cara a la galería y no tenga en cuenta las dificultades económicas de los menores que asisten a ese centro a la hora de fijar las tarifas.