El peligroso lenguaje del marketing online

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Me jugaría la mano derecha y la ganaría, a que muchos de vosotros habéis tenido que consultar en más de una ocasión la Wikipedia o Google después de acudir a una  conferencia de Marketing o Social Media para ver de qué narices se había hablado en algunos momentos.

A mi me ha pasado muchas veces y confieso que lo hacía casi a diario cuando asistía a los cursos de alguna que otra Escuela de Negocios. Aunque es cierto que los periodistas acudimos a esto más que los publicistas, la verdad es que es una cosa que, a veces, me molesta “un mucho” porque creo que un buen ponente o un buen profesor no es aquel que demuestra conocer más palabras y términos “súper guais”, es aquel que logra transmitir el mensaje con el lenguaje más claro.

A veces,  el lenguaje especializado del marketing nos supera
A veces, el lenguaje especializado del marketing nos supera

E igual que digo esto de los ponentes de las conferencias y cursos de Social Media, también lo digo de los “modernos” que nos encontramos por ahí en las redes sociales que hablan con ese lenguaje raro y con siglas a todas horas.¡Qué caos, por Dios!

El otro día leí un artículo de uno de ellos y casi me muero. No se puede estar defendiendo la importancia del marketing online y recomendar al público que haga una campaña de CPC sin indicar que ese CPC significa Coste por Clic. Tampoco se debe hablar de empresas B2B sin explicar que significan Business to Business. Eso por no hablar del B2A (Relaciones, normalmente de negocios, de las empresas con las Administraciones Públicas), del B2C (Comercio de las empresas con el cliente final, el consumidor), del B2E (Relaciones entre las empresas y sus empleados) o del B2N (Negocios que no consiguen construir o llegar a ningún mercado, es decir, que no llegan a nadie).

En lugar de utilizar un término como lead , por favor, digan contacto. Sería conveniente sustituir la palabra KPI por métricas para medir el cumplimiento de objetivos. Podrían referirse también a las aportaciones y soluciones complementarias que rodean al producto, mercado o servicio principal en vez de poner Metamercado. Hablar de empresas físicas cuyo objeto de negocio se da fuera de Internet u offline, en vez de Bricks. Decir que hay una técnica de marketing que consiste en ampliar el conocimiento sobre los clientes y, en función de dicho conocimiento, personalizar la oferta el máximo posible es siempre mejor que decir Precision Marketing.

Y, por favor, dejemos ya lo del Content Curation y apostemos por lo de Responsable de contenidos, tal y como dijo Fundéu ya hace algún añito.

Demasiados términos especializados

Así podría seguir, de verdad os lo digo, con un largo etcétera de términos. Pero, como no quiero agobiaros,  para buscar las palabras más adecuadas os recomiendo consultar la web de la Fundación del español urgente (Fundéu), y si sabéis de qué estáis hablando seguro que no tendréis problemas para buscar alternativas .

No quiero decir con esto que nunca se deba utilizar este lenguaje técnico o específico. Está bien hacerlo cuando estás seguro de que todos tus lectores, oyentes, etc., te van a entender. Por ejemplo, si hablas con un profesional del marketing no hace falta que cada vez que utilices la palabra SEO tengas que decir que se trata de optimización para buscadores, a la primera va a saber a qué te refieres, o si hablas con un Community Manager no es necesario que definas términos como target, engagement o timeline.

La clave está en ajustar nuestro discurso a los conocimientos del receptor. Una persona demuestra que realmente domina una materia cuando es capaz de que lo comprenda cualquier persona, es decir, cuando transmite un concepto con un lenguaje claro y sencillo. Los “súper egos” y el intentar impresionar con una terminología concreta deberían dejarse a un lado. Imaginad que alguien de otro sector, por ejemplo un ingeniero de caminos, nos hablase con términos técnicos o anglicismos sectoriales, ¿cómo nos sentaría?

Seamos sinceros, lo primero que pensaríamos es que es un repelente y un pedante de tomo y lomo. Lo siguiente, pondríamos cara de alucinados y lo mandaríamos a la porra.

Pues todos a aplicarnos un poco el cuento. Si queremos ser buenos comunicadores tendremos que sintonizar fácilmente con las masas. Y, para eso, recordemos que todos debemos hablar el mismo idioma.

Bea Muñoz | @BeaMunyoz | Periodista y gestora de redes sociales | Colaboradora en el blog Comunicación de Resistencia

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